Independiente le ganó 2 a 1 a Tigre y no llegó a la Copa Libertadores por el triunfo de Godoy Cruz; buen clima entre el equipo y los hinchas. Por Luis Botto
A Independiente le queda la tranquilidad de conciencia de haber cumplido con su parte, de haber hecho lo que estaba a su alcance. Ganó, pero el triunfo no le alcanzó para clasificarse a la Copa Libertadores por el triunfo de Godoy Cruz. Desde ese punto de vista, no tiene nada para lamentarse. Quedó demostrado en la cancha, con los abrazos que se dieron los jugadores en el final, y en las tribunas, desde donde bajó un cálido saludo para el equipo. Aun sin alcanzar los objetivos, Independiente tuvo un cierre de año medianamente positivo. Sin derrotas en los últimos siete partidos, con un cierre con dos victorias consecutivas y la aparición del pibe Martín Benítez, que a los 17 años despierta muchas ilusiones y expectativas por su atrevimiento y condiciones. En los dos cotejos anteriores había hecho dos goles y anoche le cometieron el penal del empate.
No pasaron en vano las últimas dos derrotas que había sufrido Tigre. El retroceso decidió al Vasco Arruabarrena a meter mano en la formación y sacar algunas piezas titulares, como Leone y Maggiolo. Y le dio un perfil más defensivo y proteccionista al equipo con los ingresos de Galmarini y Pío.
Pese a ese recorte ofensivo, Tigre fue más peligroso en el primer tiempo. Por obra y gracia de una individualidad: "Cachete" Morales. El volante fue poco menos que incontrolable con su gambeta y aceleración. Se movía a las espaldas de los volantes locales y complicaba a los defensores. En una de esas profundas escapadas, Galeano (reemplazante de Julián Velázquez, ausente por una molestia muscular) lo detuvo con una burda infracción dentro del área. El propio Morales convirtió el penal con un remate rasante.
Independiente regaló el primer tiempo. No tuvo ideas ni llegadas. Y en defensa se desacomodaba fácilmente pese a que Tigre atacaba con pocos jugadores. Esa soledad la padeció Luna, que en una entrada por la derecha no le quedó otra alternativa que definir al cuerpo de Navarro porque no había nadie que lo acompañara por el medio.
Salvó un tiro libre cruzado que desvió García, Independiente no preocupaba a Tigre. Se apuraba mucho y no había entendimiento entre Ferreyra, Defederico, Parra y el pibe Benítez.
Ramón Díaz reaccionó y le cambió la cara al equipo con los cambios en el entretiempo. Ingresaron Pellerano (al salir Maxi Velázquez, la defensa quedó con tres zagueros) y "Patito" Rodríguez, que resolvió el desencuentro que había tenido con el director técnico en los días anteriores.
Independiente tuvo otra actitud. Presionó más y encontró los espacios. Fredes desniveló con un remate de media distancia. Aunque insuficiente, el 2 a 1 fue bienvenido por Independiente.
Tuvo un penal tras 58 partidos
Independiente no tenía un penal a favor desde la 17a fecha del Clausura 2010 (Leonel Núñez a Boca, 3-2).
Bochini, en tres murales
Antes del partido, con la presencia de alrededor de 200 hinchas, Ricardo Bochini recibió un reconocimiento con la instalación de tres gigantografías en la parte externa de la tribuna oficial, de cara a la calle interna del estadio. En una de las imágenes, el Bocha está con las copas internacionales, y en las otras dos se lo ve en acciones de juego. "Estoy orgulloso de esta distinción. Espero que Independiente vuelva a pelear pronto por títulos importantes, como en las décadas pasadas", expresó Bochini.
Morales, el goleador, con cinco
El creativo volante finalizó como el goleador de Tigre en el Apertura, con cinco tantos (cuatro de penal). Segundo quedó Carlos Luna, con cuatro; Campestrini (Arsenal) le atajó un penal.
Candidatos en campaña
Mucha publicidad política hubo en el estadio y las adyacencias de las tres listas que competirán el domingo en las elecciones.
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