Mucha expectativa despertó el nuevo Racing de Diego Simeone, pero en su presentación en Victoria y frente a Tigre quedó en deuda desde lo futbolístico y desde lo físico. Se puso en ventaja y se mostró ordenado, pero se cayó en el segundo periodo, se retrasó demasiado, su rival se lo llevó por delante con empuje y se lo empató. Fue 1-1, por la primera fecha del Apertura.
El conjunto de Avellaneda quiso ser protagonista desde el comienzo delencuentro y trató de adueñarse de la pelota, pero abusó del pelotazo largo para los extremos y su juego se hizo desprolijo e ineficiente. El local, con muchas limitaciones, entró en este desorden y los primeros 20 minutos fueron realmente pobres, sin llegadas sobre los arcos ni aproximaciones.
Lentamente, Patricio Toranzo comenzó a recibir de frente y encontró en Lucas Castro a un buen socio para tocar en corto, aunque lejos estuvieron de conectarse con Pablo Lugüercio y Gabriel Hauche, muchas veces más preocupados por perseguir al lateral rival que por desnivelar de tres cuartos hacia adelante. Atrás, la visita siempre se mostró más firme, mejor parado.
Cuando parecía que nada ni nadie podía abrir la cerradura, Castro hizo una buena diagonal, recibió de Toranzo, se metió en el área tras dejar en el camino a dos rivales y la puso adentro para la llegada en soledad de Teo Gutiérrez, quien sólo la empujó para el 1-0. ¿Merecido? No. Demasiado premio para una Academia sin frescura, que sí tuvo más la pelota y se mostró más compacto.
Dos más tarde, luego de que el atacante colombiano aguantara con categoría de espaldas y la abriera para la derecha, Hauche sacudió la parte externa del arco defendió por Javier García. El Matador contestó sobre el final con un derechazo de Emmanuel Pio que Sebastián Saja sacó con esfuerzo al córner y con una volea de Diego Castaño que se perdió muy cerca.
Racing presionó bien arriba en el comienzo del complemento y pareció estar mejor que Tigre, que sin embargo se fue adelantando poco a poco, saliendo del asedio y generando alguna complicación. A los 10 se produjo la polémica del encuentro: Luna marcó el empate, pero el juez de línea cobró un offside muy fino y el árbitro Néstor Pitana anuló la acción.
Después de ese susto, la Academia tuvo otras dos chances para ampliar la ventaja: primero, Mariano Echeverría cruzó justo a Teo cuando se disponía a empujarla, tras puntearla por arriba de García; y luego, el ex arquero de Boca tapó abajo un zurdazo de Cahais tras un tiro de esquina y un par de rebotes. Pero allí se pinchó la visita y le regaló el campo y la pelota al local.
Con el ingreso de Ezequiel Maggiolo y de Nelson Carrasco, el equipo de Rodolfo Arruabarrena desniveló y puso en aprietos a la defensa académica. Finalmente, a los 29, el ex Lanús desbordó por la derecha y colocó un excelente centro para la volea goleadora de Ramiro Leone, quien le ganó la posición a Iván Pillud. A continuación, Luna quedó a un enganche de dar vuelta la historia, pero el lateral derecho se vistió de salvador. La última delpartido fue para Castro en una contra, pero García tapó abajo.
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