El elenco xeneize sucumbió por 2-1 en Victoria y ahora es líder junto a Newell´s. Morales abrió la cuenta, Insaurralde lo empató y Schiavi, en contra, sentenció el resultado. Sobre el final, la visita tuvo el empate. El Matador quedó a cuatro unidades de San Lorenzo.
Parecía un empate clavado o por lo menos eso hubiese sido lo más justo, pero Tigre tuvo su última pelota parada a los 42 y llegó a la victoria frente a Boca con un cabezazo en contra de Rolando Schavi. En un cotejo sumamente parejo, Diego Morales había abierto el marcado y Juan Insaurralde había igualado las acciones. El 2-1 lo dejó al local a cuatro unidades de San Lorenzo, y lo privó al elenco de Julio Falcioni de seguir en soledad en la cima del Clausura.
El primer tiempo no tuvo dueño. El elenco xeneize tomó el control de las acciones en el arranque del encuentro y contó con un cabezazo bombeado que rebotó en el travesaño, pero nunca se mostró superior desde el juego. Careció de conexión entre los mediocampistas y los delanteros, que casi siempre se vieron obligados a arrancarlas en tres cuartos y terminarlas.
Esta vez el conjunto de Julio Falcioni sintió la ausencia de Juan Román Riquelme, porque jamás pudo imponer sus tiempos y entró en un ida y vuelta confuso, donde el Matador se sintió cómodo después de colocarse en ventaja. Hasta el tiro libre de Cachete Morales al ángulo derecho de Agustín Orión, el local había hecho realmente poco, más allá de estar ordenado.
Después, encontró algunos espacios a las espaldas de Leandro Somoza y merodeó los metros finales del campo rival, aunque sin complicar a Agustín Orión. Sobre el cierre, el visitante volvió a buscar, sobre todo por la banda izquierda, y se encontró con los mismos problemas para cerrar las acciones. Sólo tuvo un remate cercano de Santiago Silva. Poco, muy poco.
El empate era el resultado justo para esa etapa, ya que ninguno había sacado diferencias en lo colectivo. Sin embargo, una acción individual, luego de una falta algo dudosa sobre Carlos Luna, terminó a los 26 en un remate inatajable para un Orión que ya se había movido hacia el otro palo. Después fue meter y meter, sin llegadas ni aproximaciones picantes.
El segundo periodo fue muy superior, sobre todo desde las emociones. Boca mejoró en cuanto a ritmo y comenzó a llegar con peligro con el empuje de Silva. A los 10, el pelado aguantó de espaldas, giró y remató muy cerca. Claro que después, el Xeneize tuvo la pelota, pero chocó una y otra vez contra la muralla que propuso el local.
La visita tuvo que esperar recién hasta los 31 para vivir una nueva emoción. Silva disparó de zurda desde la medialuna y Javier García le ahogó el grito con una gran respuesta. Pero dos más tarde, un córner quedó picando sin destino en el área e Insaurralde fusiló al uno sin problemas. Con el envión, Boca arremetió con más ganas que fútbol y se acercó al triunfo.
No lo merecía, pese a esa última imagen. Tampoco merecía más Tigre. Sin embargo, un venenoso tiro libre de Gastón Díaz acarició la cabeza de Schiavi y el balón se clavó en el arco. El Xeneize insistió y lo tuvo a los 49 en una jugada de rebotes, pero Etcheverría la sacó sobre la línea. "Ni en esta me ayuda Schavi", sostuvo Ricardo Caruso Lombardi en Domingol. El Matador se acercó a San Lorenzo. Boca comparte la punta con Newell´s.
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