Un punto importante se trajo Tigre del complicado estadio de Belgrano de Córdoba. Por supuesto, al Matador sólo le sirve ganar, pero teniendo en cuenta el rival de turno, el empate no es del todo menospreciable. Eso sí, hay que justificarlo con una victoria como local frente a Unión en la próxima fecha.
El primer tiempo fue un verdadero aburrimiento, con ambos equipos reventando la pelota constantemente y con muy poca precisión y situaciones de peligro. Tanto fue así, que en cuanto Tigre hilvanó dos pases seguidos, se produjo un jugadón con pared, taco y centro atrás incluidos, que definió magistralmente el eterno Lechuga Maggiolo, que por fin volvió al gol. Hasta ahí ninguno de los dos equipos había mostrado merecimientos para la ventaja. Y Tigre se encontró con un error en defensa del rival provocado por una gran escapada de Cachete Morales por izquierda, que terminó en el 1 a 0. Para destacar, el tremendo golpe que recibió Lucas Orban a los 40 del primer tiempo, quien chocó la cabeza contra Ribair Rodríguez cuando ambos disputaban la pelota. Se temió lo peor dada la violencia del golpe y que Lucas quedó tendido casi inmóvil en el suelo, pero afortunadamente tras llevarlo al hospital y realizarle varios estudios, se descartaron lesiones tanto físicas como cerebrales, por lo que todo fue tan sólo un susto. Un gran abrazo para Orban, que ya se ganó el corazón de los hinchas Matadores.
Apenas arrancó el segundo tiempo, y antes de que los equipos pudieran acomodarse, Belgrano encontró el empate. Un empate merecido, ya que el partido no tenía un claro dominador. Y a partir de ahí volvió a jugarse un fútbol desprolijo, hasta más o menos la mitad del segundo tiempo. Y ahí fue cuando Tigre se puso a jugar en serio, y creó varias situaciones de peligro, aunque no tan claras. Quizás podría decirse que si tenía que haber un ganador tenía que ser el equipo de Victoria, que propuso mucho en los últimos minutos, y que tuvo una chance doble inmejorable tras un remate de Román Martínez que tapó Olave, y tras un remate después del rebote del ingresado Diego Ftacla, que volvió a tapar el arquero cordobés.
No hubo mucho más, el empate fue justo en cuanto al desarrollo del juego, y a fin de cuentas Tigre no hizo un mal partido. Se extrañó más a Castaño que a Echeverría, más allá de que tuvo que salir Orban y que terminamos con una defensa casi inédita en el torneo. Pero el Chimi entró muy bien, y Casteglione jugó un buen partido. Quien no jugó tan bien reemplazando al 5 titular fue Escobar, quien anduvo errático e impreciso. Apagados los faros que siempre destacan en el equipo como Lucas Orban, Leone o el Chino Luna, aunque compensados con buenas actuaciones de Cachete y Román Martínez.
Como dijimos, es un empate que en otro contexto se valoraría mucho, pero hoy por hoy, al Matador sólo le sirve ganar, y en las próximas fechas contra los dos equipos de Santa Fe hay que sacar los 6 puntos, ya que los rivales siguen sumando y el tema del descenso se complica cada vez más.
¡Vamos, Matador que queda poco y se puede!
Alejandro Graue / TMC
