Cagna debutó oficialmente al frente del Pincha con un triunfo por 2-1 ante el Matador. Núñez puso en ventaja a la visita, Pio lo igualó de penal y Carrillo inclinó la balanza a los 42 del segundo tiempo. El empate hubiese sido lo más justo.
La primera fecha del Torneo Inicial debería haber culminado con un empate entre Tigre y Estudiantes, pero finalmente Cagna arrancó oficialmente su ciclo en el Pincha con un triunfo por 2-1 en Victoria. El primer tiempo tuvo cosas interesantes y jugadas de riesgo, mientras que el segundo fue pobre. Sin embargo, allí lo ganó la visita en una desatención.
El encuentro amaneció con una recuperación del elenco platense en el medio, un excelente pase de Carrillo en profundidad y una buena definición de Núñez para poner rápidamente el 1-0 a los tres minutos. No había hecho casi nada el Pincha y ya estaba arriba. Pero el Matador contestó en un parpadeo con un tres dedos de Galmarini que se perdió muy cerca.
El equipo de Arruabarrena trató de adueñarse de la pelota, pero le costó asociarse y para colmo sufrió mucho a las espaldas de sus mediocampistas en el arranque. A los 9, la Gata Fernández dibujó un exquisito pase y Núñez le acertó al travesaño. El elenco de Cagna era más punzante en los metros finales y encontraba facilidades para lastimar.
Sin embargo, no generó mucho más hasta el cierre de la etapa inicial y el Matador hizo méritos como para llegar a la igualdad. A los 24, Castaño cabeceó con cierta comodidad y Villar, bien parado, controló sin dificultades. En tanto, seis más tarde, Galmarini, de lo mejor del local con sus subidas por la derecha, la tiró atrás, Torassa remató y Alayes salvó en la línea.
A Román Martínez le costó hacerse eje en su nuevo equipo y Estudiantes encontró lo mejor cuando Fernández trabajó a las espaldas de Castaño y cuando se asoció por la derecha. Tigre buscó por el mismo sector, pero finalmente llegó al empate de penal: a los 45, Alayes apenas lo tocó a Echeverría en el área, Pio se hizo cargó y emparejó las acciones. Fue justo.
El primer periodo estuvo lejos de ser muy buen, pero lo fue en comparación con el complemento, donde ambos equipos carecieron de ideas, no se acercaron con peligrosidad al área y lucharon mucho en la mitad del campo. A los dos les costó desbordar, aunque lo buscaron, y tampoco hubo movimientos individuales para destacar.
El dueño de casa aspiró un poco más a ganarlo sólo por su actitud, ya que desde el juego no hizo demasiado. El Pincha se paró más de contra y así lo terminó ganando, pese a que no lo merecía. Lo justo hubiese sido empate. Pero a los 42, Auzqui quedó solo por la derecha, tiró un excelente centro al primer palo y Carrillo anticipó a todos para el 2-1 decisivo. Mucho premio.
El encuentro amaneció con una recuperación del elenco platense en el medio, un excelente pase de Carrillo en profundidad y una buena definición de Núñez para poner rápidamente el 1-0 a los tres minutos. No había hecho casi nada el Pincha y ya estaba arriba. Pero el Matador contestó en un parpadeo con un tres dedos de Galmarini que se perdió muy cerca.
El equipo de Arruabarrena trató de adueñarse de la pelota, pero le costó asociarse y para colmo sufrió mucho a las espaldas de sus mediocampistas en el arranque. A los 9, la Gata Fernández dibujó un exquisito pase y Núñez le acertó al travesaño. El elenco de Cagna era más punzante en los metros finales y encontraba facilidades para lastimar.
Sin embargo, no generó mucho más hasta el cierre de la etapa inicial y el Matador hizo méritos como para llegar a la igualdad. A los 24, Castaño cabeceó con cierta comodidad y Villar, bien parado, controló sin dificultades. En tanto, seis más tarde, Galmarini, de lo mejor del local con sus subidas por la derecha, la tiró atrás, Torassa remató y Alayes salvó en la línea.
A Román Martínez le costó hacerse eje en su nuevo equipo y Estudiantes encontró lo mejor cuando Fernández trabajó a las espaldas de Castaño y cuando se asoció por la derecha. Tigre buscó por el mismo sector, pero finalmente llegó al empate de penal: a los 45, Alayes apenas lo tocó a Echeverría en el área, Pio se hizo cargó y emparejó las acciones. Fue justo.
El primer periodo estuvo lejos de ser muy buen, pero lo fue en comparación con el complemento, donde ambos equipos carecieron de ideas, no se acercaron con peligrosidad al área y lucharon mucho en la mitad del campo. A los dos les costó desbordar, aunque lo buscaron, y tampoco hubo movimientos individuales para destacar.
El dueño de casa aspiró un poco más a ganarlo sólo por su actitud, ya que desde el juego no hizo demasiado. El Pincha se paró más de contra y así lo terminó ganando, pese a que no lo merecía. Lo justo hubiese sido empate. Pero a los 42, Auzqui quedó solo por la derecha, tiró un excelente centro al primer palo y Carrillo anticipó a todos para el 2-1 decisivo. Mucho premio.
Fuente: www.tycsports.com
