🗣️ QUERIDA FAMILIA MATADORA…
Llegué al club a los 14 años persiguiendo un sueño: debutar en primera y defender estos colores dentro de la cancha.
El recorrido en inferiores fue una etapa que disfruté muchísimo. Conocí personas increíbles que trabajan día a día por Tigre y que me formaron no solo como jugador, sino también como persona. Me llevo un montón de amigos para toda la vida.
Quiero agradecer profundamente a Seba Domínguez y Diego Dabove por la confianza, a sus cuerpos técnicos, a los kinesiólogos, médicos, nutricionistas, prensa, cocineras, profes… y a los hinchas que estuvieron siempre, en las buenas y en las malas. Y, especialmente, a mis compañeros, quienes fueron mi familia dentro del campo.
Dejé una parte de lo que me correspondía en la transferencia para las inferiores del club. Es mi forma de aportar a la formación de nuevos jugadores, grandes personas y al futuro de Tigre.
Hoy nuestros caminos se separan. Es hora de seguir cumpliendo sueños y nuevas metas.
Tigre siempre va a ser mi casa. No fue solo el club donde crecí como jugador, fue el lugar que me abrazó desde chico, donde encontré familia, amigos, valores y sueños. Ojalá que en algún momento nuestros caminos se vuelvan a cruzar. Una vez más, muchísimas gracias, Matador.
✍️ Lolo.
