De acá a la Luna

El Chino vivió su noche de gloria: clavó el primer hat-trick de su carrera justo ante Boca y es uno de los goleadores del torneo. "Para la historia", definió Caruso.

Carlos Luna le ganó al tiempo. A la historia. A la memoria. Los técnicos se irán, los jugadores pasarán: Tigre ganará, perderá, empatará, y ni el tiempo podrá oxidar una fecha que ya se ganó el certificado de la eternidad. Una fecha, un nombre, un rival, tres goles en una noche matadora, fatal: Carlos Luna le convirtió un hat-trick a Boca el 14 de marzo del 2010. Se escribe hoy, se repetirá mañana, pasado, en el 2011, 2012, por muchísimos años más. Bienvenido a la historia, señor Luna. Pase, póngase cómodo. No, por favor, el gusto es nuestro, gracias, muchas gracias por venir.La epopeya escribió su primer grito a los diez minutos. Tigre apuró un lateral, Luna la bajó para Morel, y Morel, que había sacado de la zaga al brasileño Luiz Alberto, se la jugó larga, de primera. En la carrera perdió el Morel de Boca, y en el zurdazo perdió García: 1-0. Sin embargo, faltaba. Y demasiado. Entonces era sólo un triunfo, un gran triunfo, pero también un partido más, algo normal. A los 43 minutos, dos después de haber cabeceado alto un tiro libre de Morel, la crónica mutó. Centro de Blanco y palomita a la gloria: 2-0. Y faltaba. Pensar que todavía faltaba.Faltaba una hora, más o menos, para que más de cien personas (familiares, hinchas, periodistas) lo esperaran a la puerta del estadio. Cantaran por él. Lo buscaran, lo abrazaran. "Le debía un partido así a la gente, que siempre me bancó", llegó a decir el delantero, apretado, siempre apretado, entre micrófonos, palmadas y besos. "Se vio el esfuerzo de Tigre, nuestra garra. Nunca dejamos mover a Boca. Jugando así, va a ser muy difícil que alguien nos gane", chapeó el Chino, que a los 32' del segundo tiempo ya había sellado su inmortalidad: centro de Blanco, toque de Rodríguez y zurdazo alto, travesaño, línea, gol. "No, no fue mi mejor partido", desestimó después, ya yéndose entre el río de gente. 14 de marzo de 2010. Boca, Luna, tres goles, show. ¿En serio no fue el mejor? Menos mal, entonces. Menos mal.

Fuente: JUAN MANUEL BRINDISI jbrindisi@ole.com.ar

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"No los dejamos jugar"

Raro en él, un tipo habitué de la algarabía en las victorias resonantes, esta vez se lo vio tranquilo a Ricardo Caruso Lombardi, el entrenador de Tigre que ostenta un historial positivo frente a Boca (ganó cuatro, empató uno y perdió dos). Acaso, la mesura que exhibió en la conferencia de prensa fue la misma que mostró durante todo el partido. "En el entretiempo la charla técnica que di fue de las más tranquilas de los últimos tiempos. Ni siquiera transpiré. Y se los dije a los jugadores, que ni siquiera estaba transpirando por la tranquilidad que ellos me daban en la cancha", contó el DT, quien en el vestuario recibió las felicitaciones de Sergio Massa, hombre fuerte del club e intendente de Tigre.Y en tren de elogiar a sus muchachos, aseguró que el desarrollo del juego y el resultado final no fue exclusiva responsabilidad de Boca, sino que se debió a que "no los dejamos jugar, les cortamos todos los circuitos". Agregó que "la clave fue que lo presionamos en toda la cancha, con mucha intensidad y concentración". Y recordó: "Habitualmente Boca hace cuatro o cinco jugadas de gol por tiempo y contra nosotros sólo pudo hacer una en el primero, la de Riquelme, y otra en el segundo, la de Viatri que pegó dos veces en el palo".

Fuente: JUAN MANUEL BRINDISI jbrindisi@ole.com.ar

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Maxi al quirófano

Hoy por la tarde será operado Maximiliano Oliva de la fractura del malar, tendrá dos meses y medio de recuperación.

Luna, Luna, Lunaaa

Con tres goles del Chino, Tigre bailó a Boca y lo hundió en su séptimo partido sin triunfos. El delantero estuvo imparable para la desconcentrada defensa xeneize y se fue ovacionado. Los cambios de Alves siguen sin dar resultados... Y encima, el domingo se viene el superclásico.

Peor, imposible. Así es el presente de Boca antes del superclásico contra River, en su cancha, luego de caer estrepitosamente con Tigre. Se iluminó, y en una noche apareció. Se llama Carlos Luna y fue la figura del partido. ¿Cómo no serlo si metió los tres goles para que su equipo le gane nada menos que a uno de los gigantes del fútbol argentino?

De punta a punta. Así lo pasó Tigre a Boca, que se ve impactado por los problemas externos de la dirigencia en su juego, y todo lo que le puede salir mal, le termina saliendo... Sólo una que tuvo Riquelme pudo haber cambiando el color de la noche. Pero no. Porque, una vez más, la defensa sangró por la herida. Luna recibió se acomodó y ya fue demasiado para Morel. Y eso que iban sólo diez minutos y Tigre ya estaba 1-0 arriba.

Luiz Alberto salió lejos y provocó que la defensa siga sufriendo... Porque Blanco recuperó y mandó el centro que Luna mandó a guardar para sellar el 2-0. En el segundo tiempo nada mejoró para Boca. Una lágrima y no de ésas que se piden en las cafeterías... Porque no le encontraban la vuelta. Y Tigre, confiado y con la ventaja a su favor jugó tranquilo. El team de Caruso Lombardi lo terminó por liquidar con otro gol de Luna, a los 32, con un remate lejos del alcance de Javi García. Viatri podría haber descontado, pero, dos veces en la misma jugada, los dos palos de Islas se lo impidieron y fue final en Zona Norte.

Así, Boca sigue cayendo. En el juego y por lo tanto en la tabla. No gana desde la segunda fecha (3-1 a Lanús), ya lleva dos derrotas en fila y sólo cuenta ocho porotos. "¿Justo ahora?", dirán los hinchas. ¿Justo ahora, antes de que venga River? Sí, ahora, el domingo que viene. Tigre redondea una semana ideal, luego de ganarle a Huracán suma 14 puntos, seis menos que el líder Independiente.

Fuente: Lautaro Gatto lgatto@ole.com.ar

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