Banfield derrotó 1-0 a Tigre, con un gol de Santiago Salcedo, en un encuentro correspondiente a la cuarta fecha del Campeonato de Primera División que se disputó en el estadio Florencio Sola.
En un duelo de equipos con el ánimo en alza (el local venía de vencer a San Lorenzo en el Bajo Flores y la visita, de golear a Racing), fue el conjunto de Matías Almeyda el que se mostró más ambicioso de entrada, con la prolija distribución de Walter Erviti, el intermitente desequilibrio de Juan Cazares y la peligrosidad de sus tres atacantes.
Los dirigidos por Fabián Alegre se agruparon bien en su campo y apostaron al contragolpe. Así generaron la primera aproximación del duelo a los 12 minutos, cuando Joaquín Arzura la pisó, esperó que Carlos Luna pasara y cedió el balón para el remate del delantero que, cruzado y mordido, salió cerca del palo derecho.
De todas maneras, fue Banfield el que pegó primero, tras un aviso de Cazares, con un remate desde 30 metros que Javier García desvió al córner. A los 24, Santiago Salcedo, quien salía de la posición adelantada, recogió un pase frontal de Fabián Noguera y, antes del cruce de Ignacio Canuto, sacó una media vuelta que se clavó contra el poste derecho.
La airada protesta por esa jugada, sumada a otras discusiones por fallos de Pablo Díaz, sacaron de eje a los jugadores de Tigre, quienes perdieron la línea. Gracias a ese bache, el local estuvo cerca de estirar su ventaja en primer tiempo. Sin embargo, también el Matador acarició el empate, con un cabezazo de Luna, muy mal marcado por la zaga de Banfield, que se fue pegado al travesaño.
Tras el descanso, el equipo de Alegre salió con decisión a buscar la igualdad. Se adelantó en el campo y, sobre todo por la izquierda, le generó más de un dolor de cabeza a la defensa local, que mostró poca firmeza. A los 14 minutos, Lucas Wilchez tejió un jugadón individual que terminó con un disparo apenas desviado.
Una marcada merma en el rendimiento físico y la pérdida de la pelota, sumadas a la mejoría de Tigre, llevaron a Banfield a jugar a lo que no está acostumbrado: retroceder, refugiarse y apelar a la contra, que casi nunca pudo hilvanar. De hecho, su única chance en 45 minutos fue un remate de Cazares que fue repelido por el travesaño.
Alegre echó mano al banco para buscar alternativas, con el colombiano Sebastián Rincón y Emiliano Ellacópulos por las bandas y Facundo Bertoglio para asociarse con Wilchez y Kevin Itabel. El Matador fue superior durante todo el segundo período, pero careció de profundidad para poner en aprietos a Gaspar Servio. Un cabezazo alto de Luna, a 10 minutos del cierre, fue la más clara. Así, Banfield pudo respirar tras el pitazo final de Díaz y se anotó su segundo triunfo al hilo en el certamen.
Fuente: www.clarin.com
