lunes, 8 de septiembre de 2014

Gustavo Alfaro en síntesis...

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"Tigre se enfrentó a un River que está en un punto de confianza muy alto y gran nivel futbolístico".

"El equipo tiene que reajustar detalles futbolísticos. Voy a tener que meterme a trabajar desde adentro"

"Intentaremos que Tigre vuelva a ser algo como lo era antes, un equipo protagonista".

"Le dije a los jugadores por qué razones vine a dirigir acá. Tigre para mi tiene un espíritu muy especial y particular".

"Tigre siempre fue un equipo dificil de enfrentar. Cuenta con un amor propio distinto y peleó por cosas importantes".

"En los momentos más adversos, Tigre floreció con el espíritu competitivo que tiene. Hoy cuenta con jugadores de jerarquía".

"Siento que con Tigre se puede lograr algo muy importante"

"Tenía muchas ganas de volver a dirigir. Tuve ofertas del exterior, pero este desafío de Tigre me entusiasmó mucho".


La venganza del Muñeco

Treinta y cuatro años tenía Marcelo Gallardo aquella tarde-noche de 2010. Por la fecha 19, River recibía a Tigre en el monumental  y el Muñeco había decidido que ese sería su último partido jugando para el club de de Núñez. Pero algo salió mal aquel día. El Matador golpeó de arranque y en un histórico primer tiempo, se fue al descanso ganando 5-0.  En la segunda etapa se calmaron un poco las aguas y el publico millonario solo esperaba una cosa, que Gallardo (que estaba  como suplente) ingresara para darle su última ovación. Pero no fue así. Angel Cappa, DT de River por aquel entonces, decidió que no era momento y optó por dejar al Muñeco  sentado en el banco. El partido termino 5-1 en lo que sería hasta ahora, la única victoria en la historia, de Tigre en el monumental.

Cuatro años más tarde y con Gallardo nuevamente sentado en el banco, esta vez como entrenador, River recibía  a un golpeado Tigre que trataría de pasar desapercibido a la espera de la llegada de Gustavo Alfaro.  El campo de juego que a priori parecía estar en excelentes condiciones, terminó pareciéndose a una pista de patinaje, debido a un excesivo riego previo al partido.

Los primeros minutos fueron un verdadero show de bloopers.  Los jugadores de ambos equipos perdían constantemente el equilibrio y daba la sensación de que en cualquier momento podía llegar el gol  de alguno de los dos, por causa de una patinada. Poco  a poco fueron afianzándose en el terreno y esto beneficio al millonario. Tigre nunca hizo pie ni terminó de acostumbrarse al estado del pasto.  Lentamente los dirigidos por  Fabián el "pepe" Castro, fueron  perdiendo el orden hasta que a los 34' del primer tiempo, Rodrigo Mora la puso contra el palo izquierdo, marcando un golazo inatajable para Javi García.

Recién comenzado el segundo tiempo, nuevamente el uruguayo Mora era quien convertía  después de vulnerar a una floja oposición de la defensa matadora. A partir de ahí, se terminó el partido. Tigre se mostró sin alma ni ambición. Cuesta rescatar algún punto alto más allá de Javi García o algunos (muy pocos) destellos de habilidad de Wilchez. Llama la atención el bajo nivel de Galmarini  a quien se lo vio muy nervioso y finalmente fue expulsado por una patada descalificadora a Leonel Vangioni. Con el ingreso de Vitti,  Tigre se animó un poquito más pero la verdad es que no generó ni una situación de peligro en todo el partido.

 En el entrenamiento de mañana será presentado Gustavo Alfaro, quien se apareció   en el estadio, saludo a los jugadores en el vestuario y luego vio el partido desde un palco. No podrá contar con "el pato" pero si con Sebastián Rusculleda, que ya debería estar recuperado de su lesión. Por su parte, el River de Gallardo continúa dándole lecciones de futbol a cuanto rival se le ponga en frente. Esta vez le toco a Tigre, aquel equipo que le aguó la fiesta la noche de su retiro, pero que hoy no pudo ponerlo en jaque ni una vez.  Será mucho el trabajo que tendrá que hacer el nuevo entrenador, pero sobre todo, deberá hacer hincapié en lo anímico. Esperemos que el cambio de aire ayude, y sirva de despertador.

Marcos Aramburu/TMC

domingo, 7 de septiembre de 2014

River 2 Tigre 0 / Fotos


Las fotos de River - Tigre.
Kranevitter volvió a ser un relojito y fue ovacionado.
Las fotos de River y Tigre.
Mercado fue titular pero debió salir en el entretiempo.
La estampa de Pisculichi en el Monumental.


River volvió a florearse y se escapó en la punta de la tabla

Le ganó 2-0 a Tigre, con un par de goles del uruguayo Rodrigo Mora tras dos grandes maniobras colectivas. El equipo de Gallardo le sacó tres puntos a Vélez y cuatro a Newell's e Independiente y sumó su 11° victoria consecutiva en el Monumental.

Los aplausos finales son una cabal muestra de la actuación del River de Marcelo Gallardo. Un River convencido. Convencido de presionar, de atacar, de ser vertical, de que el mejor modo de defender es buscar más goles. Y así, con la fórmula que viene utilizando, Tigre no fue rival. En el Monumental, el dueño de casa le ganó 2 a 0 e hiló su undécimo triunfo seguido en su estadio. Sin Teófilo Gutiérrez, el encargado de devolver a River a la soledad de la punta fue Rodrigo Mora, dueño de los dos gritos de gol.
Tras el pitazo de Mauro Vigliano, como era de esperarse, el equipo de Marcelo Gallardo salió a apretar al que de modo interino conduce Fabián Castro, que aguarda que asuma Gustavo Alfaro esta semana. La primera llegada del dueño de casa llegó cuando tras una escalada de Leonel Vangioni por izquierda, un rebote le cayó a Mora. El uruguayo remató desde la puerta del área, pero halló bien ubicado a Javier García, que en el medio del arco despejó con los puños. Otra vez apareció el arquero pasados los 20 minutos, cuando un cabezazo de Lucas Boyé le demandó una buena tapada para sacar la pelota al tiro de esquina. Sobre el muy mojado césped del Monumental, River era más que Tigre.
Con la tranquilidad el que está convencido del plan que lleva a cabo, los de Gallardo hacían de la paciencia una virtud. Y el público, claro, se contagiaba. Así, aplaudió la jugada que a los 30 mostró el cambio de derecha a izquierda de Pisculichi para Vangioni. El zurdo que llegó casi hasta el fondo, de volea, tiró centro para que el pibe Boyé cabecee potente, pero a las manos de García. El gol merodeaba y no demoró en aparecer: a los 33, Boyé, desde el borde del área de Tigre, abrió juego para Rojas. El zurdo mandó el centro, Sánchez se la bajó de pecho a Mora y, sin parar la pelota, el delantero cruzó un zurdazo inatajable. River tocaba, llegaba, jugaba bien y ganaba.
Para disputar la segunda etapa, Gallardo metió a Augusto Solari por Gabriel Mercado, que llegó con lo justo al partido. Pero más allá de ese cambio de nombres, nada cambió. Y así como con todo y de movida buscó el primero, a los dos minutos del complemento halló el segundo. Condujo Pisculichi, abrió la pelota para Vangioni y dentro del área, Mora paró con el pecho el centro del ex Newell’s y fusiló a García para que tod el Monumental festeje el 2 a 0.
No hubo más partido. Pero sí lucimiento. Mora pudo hacer del partido una goleada, pero García le tapó un buen cabezazo e Ignacio Canuto despejó la pelota en la línea luego de que el uruguayo se la picara al arquero en una filosa contra. También Sánchez pudo aumentar, pero el arquero se lo negó. Cuando el partido se moría, Martín Galmarini le dio duro a Vangioni y vio la roja. El River de Gallardo gana, se florea y manda con comodidad en la tabla. Algo que a estar altura del campeonato no parece poco.
Fuente: www.clarin.com