Sin público, el Globo derrotó 3-2 a Tigre en el estadio Tomás Ducó; Cámpora, en dos oportunidades, y Machín anotaron para el equipo de Tito Pompei, que ahora está en Promoción y no conseguía un triunfo desde la séptima fecha; Echeverría y González descontaron para el Matador; tras un fuerte choque, el arquero Daniel Islas sufrió la fractura de su peroné derecho y se retiró en una ambulancia.
Dolor por la lesión de Islas. Los dos se jugaban mucho. Huracán, porque quería escaparle al descenso directo. Tigre, porque busca sacarse de encima el fantasma de la Promoción. Los nervios estuvieron a la orden del día. El juego brusco, especialmente en el segundo tiempo, fue la prueba irrefutable de la tensión. Tal es así, que luego una dura entrada del jugador de Huracán Andrés Núñez, el arquero Daniel Islas salió del campo de juego con una fractura de peroné. Enseguida fue trasladado en ambulancia.
El Globo rompió el maleficio. La última vez que había ganado Huracán había sido en la fecha 7, precisamente ante Gimnasia, quien ahora entró a la zona de descenso directo. El Globo había perdido en las útimas siete fechas. Por ello, el desahogo de Pompei, a quien se le humedieron los ojos tras la finalizar el partido.
El partido. La fortuna le sonrió a Huracán en el primer gol. Un remate de Machín se desvió en Diego Morales, y el Globo empezó ganando en Parque Patricios. Después, el árbitro Diego Abal sancionó una claro mano de Martín Galmarini y Cámpora lo cambió por gol en el penal, luego de que Islas se lo atajara. El rebote le quedó al máximo artillero del Globo y estiró la ventaja. Cuando languidecía el primer tiempo, Echeverría descontó para el Matador y le agregó algo de suspenso.
En el inicio del segundo tiempo, Cámpora, de cabeza tras un centro de Rolando Zárate anotó el tercero. Después, a los 18, González, también con un cabezazo, dejó el partido 3-2. El encuentro fue cada vez más friccionado y tras la lesión de Islas, los jugadores levantaron temperatura. Abal aprovechó la ocasión para repartir algunas amarillas y apaciguar los ánimos. Pudo haber hecho un tanto más Huracán, si no fuera porque Luis Emanuel Ardente, el reemplazante de Islas, le atajó un mano a mano a Zárate.
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