El Rojo superó por 3-1 a Tigre y quedó a dos puntos del líder, que juega mañana. Lucero (PT 45s y 47m) y Mancuello, olímpico, (ST 10m) anotaron para el vencedor, mientras que Vitti (PT 38m) logró el empate parcial.
Independiente venció a Tigre por 3-1, en Avellaneda, y volvió a mostrar sus credenciales para pelear el campeonato hasta el final: varios pasajes de buen fútbol, contundencia y una entrega total de sus jugadores. El resultado: 26 puntos, dos menos que River, que juega mañana.
El Rojo tuvo un comienzo inmejorable y a los 45 segundos, sin tiempo para ningún tipo de merecimiento, ya tenía ventaja gracias a un cabezazo de Juan Martín Lucero tras un córner. El gol fue un bálsamo para el local, que ganó en tranquilidad, que pudo quebrar rápido la resistencia de un equipo armado para aguantar y que contó con algunas buenas chances como para estirar diferencias.
Al Matador le costó hacer pie y sin hacer un buen partido tuvo sus oportunidades, porque el equipo de Almirón, se sabe, abajo no ofrece garantías. El árbitro anuló mal un gol de Luna por un offside que no fue y, a los 38, Galmarini habilitó con clase a Pablo Vitti -ingresó por el lesionado Rincón- y el ex-Central definió con categoría para igualar.
Sin embargo, la alegría le duró poco a Tigre, y la preocupación, poco a Independiente. Justo antes del descanso, Lucero desvió un centro de Mancuello y le devolvió la diferencia a su equipo.
A los 10 minutos del complemento, el propio Mancuello hizo el gol que tanto venía buscando y el que le faltaba en el mejor momento de su carrera: olímpico. El 3-1 fue un golpazo para Tigre, que ya venía aguantando hacía rato una nueva caída de su arco, pero esta vez el bueno de Javier García nada pudo hacer ante la rosca del mejor jugador del torneo.
Con la diferencia en dos, el local monopolizó la pelota, se floreó ante su gente con varias sucesiones de toques de primera y ratificó su candidatura para pelear el torneo hasta el final. River, ahí van por vos.
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