Después de doce fechas sin ganar, el conjunto de Diego Cagna volvió al triunfo ante los mendocinos que contaron con el debut de Enzo Trossero. Morel y Fondacaro marcaron los goles del Matador.
Nada es eterno. Para bien o para mal. Y bien lo puede atestiguar Tigre que esta noche cortó una funesta racha de 12 partidos sin conocer lo que es ganar. Un bálsamo para un equipo que atraviesa su momento más difícil desde su arribo a Primera. En cambio, a Enzo Trossero el recibimiento le arrojó la certeza de que le espera una ardua labor.
Cuando se enfrentan dos rivales heridos da la impresión que juegan a no equivocarse. Con ese temor comenzaron el partido tanto Tigre como Godoy Cruz y por ello por momentos parecía que había un tácito pacto de no agresión.
Pero claro, en el fútbol siempre hay imprevistos y en su primera aproximación al área, Martín Morel se acomodó y sacó un tímido remate que encontró descolocado a Ibáñez y puso en ventaja a Tigre. Godoy Cruz acusó el recibo y lejos de envalentonarse, se sumergió en una apática tarea. Sólo un remate de Rojas completó el ítem de ataque mendocino en la primera parte.
Para el complemento, Tigre pareció decidido a sentenciar la historia y que los tres puntos no se le escapen. Lo hizo con los incisivos Lázzaro y Luna, quienes hoy fallaron más de lo habitual, sobre todo el calvo goleador, que tuvo un par muy claras y las falló.
Trossero cambió a sus delanteros en busca de un revulsivo y casi le sale , más por los desaciertos del nervioso fondo local que por méritos propios, pero lo cierto es que cuando ya había pasado un pequeño sofocón, Tigre encontró la celebración con una guapeada de Pasini definida por Fondacaro. Festejo grande para Cagna, a quien después de mucho tiempo lo aguarda un fin de semana tranquilo.
Fuente: www.tycsports.com
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