domingo, 28 de febrero de 2010

Lo puso del mate

Bordagaray entró y asistió al uruguayo Alfaro, que gritó su primer gol en San Lorenzo: Simeone lo festejó con un pique enloquecido, de cara a la platea. San Lorenzo no ganaba desde la primera fecha y llevaba 507 minutos sin convertir. Lo sufrió Tigre, que en el segundo tiempo fue acorralado. Lautaro Gatto lgatto@ole.com.ar
En el Bajo Flores se encontraron dos equipos que necesitaban ganar. Pero, desde el juego, poco hicieron para llegar a ese puerto. San Lorenzo buscó más en el segundo tiempo, pero su anarquía para crear jugadas de peligro casi se lo impide. Sólo la equivocación de Arruabarrena y la atención de Alfaro lo salvaron, y pudo volver a ganar, algo que no conseguía desde la primera fecha. Tigre mostró muy poca vocación ofensiva y así, quedó todo en un pobre 1-0.
Sólo iban ocho minutos, luego de un comienzo con varias imprecisiones en ambos lados, y el público de San Lorenzo se empezaba a desesperar y exigía una victoria. Tanto, que a los once algunos plateístas le dijeron algo que no le gustó al Pipi Romagnoli, que les respondió y fue amonestado. El equipo de Simeone tuvo el control de la pelota, pero no supo qué hacer con ella. La manejo con criterio y velocidad, pero sus acciones morían en la mitad de cancha. Lo más peligroso que generó fue una media vuelta de Alfaro, que recibió de Romagnoli y le dio de derecha. La pelota pasó cerquita. ¿Tigre? Algunos pelotazos aislados y nada más.
Tenía que hacerlo y lo hizo. Porque así se lo exigía su gente y su presente. San Lorenzo salió a comerse crudo a Tigre. Lo arrinconó en su área, y con pocas ideas, pero fue y fue. Cerca estuvo de marcar con el taco que metió Alfaro, luego de un remate del Kily González desde afuera. Pero el rebote y la fortuna no lo beneficio, y la pelota se fue por poquito. Pero el uruguayo tuvo revancha: a los 36, Bordagaray luchó, recuperó la pelota y con la tranquilidad que no tuvieron antes sus compañeros, puso el pase atrás para la entrada de Emiliano Alfaro que sólo tuvo que empujarla. Así, el goleador que llegó a principios de año quebró una racha que arrastraba el Ciclón de 507 minutos sin meterla. Simeone mostró el desahogo contenido con un furioso festejo con repiqueteo y mirada a la tribuna.
Sobre el final se fueron expulsados Nelson Benítez en San Lorenzo y Ribair González en Tigre. El local termina festejando los tres puntos, pero es lo único que celebra, porque el equipo volvió a mostrar la falta de juego que viene teniendo. Y Tigre no pudo en ningún momento tener la pelota. Nunca generó peligro en el arco de Migliore.

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