miércoles, 3 de febrero de 2010

Tigre es Chino básico

Tenía que ser el Chino Luna, ¿o acaso usted, sinceramente, creía que nos podía salvar otro?La victoria alivia, corta una racha nefasta de seis derrotas consecutivas, pero por ahora es un paliativo que no logra remediar la mala propuesta del equipo. Más allá del resultado, hay que admitirlo: futbolísticamente, Tigre es un espanto. Todos atrás, de contra, aguantando, esperando el milagro de Luna, regalando la pelota y abusando de las patadas. ¿Creatividad? Cero. ¿Juego asociado? Menos. ¿Variantes? Pocas. ¿Inseguridad? Muchísima (gracias Dani Islas una vez más por sostener el cero en tu arco). El Tigre versión 2010 es primo hermano del que penó en el Apertura 2009, como si el campeonato pasado se siguiera jugando... Ahí, precisamente, se alimenta el dolor más grande: ver cómo un equipo fino, prolijo, que realmente hizo historia y con un estilo definido nos llevó a dos subcampeonatos en Primera División, hoy desapareció por completo. El tiki-tiki del Matador ya es pasado. No hay con qué llevarlo a la práctica, claro. Habrá que acostumbrarse a sufrir.Ahora celebremos, porque tras nueve partidos sin triunfar de visitante, ganamos. ¡GA-NA-MOS! ¿Leyó bien? Por las dudas, se lo repito: ¡GA-NA-MOS! ¡Y qué hermosa sensación! ¡Cuánto se la extrañaba! ¡Qué manera de gritar el gol! El alarido de los hinchas que viajaron hasta Rosario hizo que el Gigante michifús (lindo estadio para la B Nacional) se viera dócil, muuuy chiquito. Son tres puntazos de oro para volver a creer. Para hacerse fuerte contra Colón, aunque no tengamos a Luna por acumulación de tarjetas amarillas. Como Confucio, nosotros tenemos nuestro propio Chino. Pero éste nos inspira con goles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario