viernes, 23 de abril de 2010

Zárate le regaló un triunfo agónico a Vélez ante Tigre

El Fortín, con un equipo muleto, se impuso por 1-0 sobre el Matador en Liniers y sumó tres puntos vitales en la puja por la clasificación a la Sudamericana. El único gol del duelo lo marcó el Roly con un cabezazo en el tercer minuto de descuento. Arruabarrena (ST 30m) fue expulsado en el visitante, que sufrió su tercera caída consecutiva.
En el marco de un partido signado por la mediocridad, la versión alternativa de Vélez se impuso por 1-0 sobre el golpeado Tigre en Liniers y alimentó la esperanza de clasificar a la Copa Sudamericana, al mismo tiempo que piensa en el duelo del martes con Chivas por los octavos de la Libertadores. Curiosamente, el veterano Rolando Zárate, líder de un equipo muy joven, fue el autor del único tanto del encuentro con un cabezazo agónico. Para el Matador continúa la mala racha, ya que sumó su tercera caída al hilo.
Una vez más, el fútbol se rió de las posturas tácticas y, a falta de goles, regaló una paradoja en ese primer tiempo desteñido. El Vélez plagado de juveniles que armó Ricardo Gareca entusiasmaba desde la teoría con su propuesta de articular a tres volantes creativos (Cigno, Velázquez y Bella) que iban a tratar de asistir al experimentado Rolando Zárate. Por su parte, el Matador cambió a último momento y apostó por un 4-4-1-1, con Carlos Luna como única referencia ofensiva. Vélez intentó desplegar un juego prolijo de pases cortos y proyección de laterales, mientras que el visitante no se ruborizó al admitir que su gran arma fueron los pelotazos para el solitario ariete.
Con el correr del primer tiempo, quedó en claro que prevaleció la postura de ese Tigre más tenaz y práctico por sobre un Vélez que jamás halló profundidad. En la única jugada asociada del local que tuvo peligrosidad, Islas le ahogó un remate a Cigno, el más picante por derecha. Paulatinamente, los dirigidos por Caruso Lombardi se adueñaron del partido y usufructuaron el oficio de un punta como Luna, quien en varias ocasiones estuvo cerca de festejar. Con un planteo más austero pero más efectivo, el conjunto de Victoria se potenció ante las dudas de un inocente rival y, con los piques de Leone por izquierda y algunos toques clarificadores de Botta, se fue al descanso con una mejor sensación.
Gareca intentó subsanar la falta de agresividad con el ingreso de Jonatan Cristaldo, quien volvió a jugar luego de la operación en su rodilla izquierda, en el arranque del complemento. La reaparición del Churry generó esperanza a los pocos minutos: el delantero envió un centro/tiro que no terminó en gol por culpa del travesaño. Sin embargo, ese prometedor arranque de Vélez se disipó rápidamente como una promesa incumplida. Y otra vez Tigre dio una lección de cómo generar situaciones con apenas un delantero. A los 9, Luna enganchó por derecha y sacó un zurdazo que se fue apenas afuera. Después llegó el turno de Fondacaro, quien hizo una gran jugada personal que coronó con un remate potente que hizo temblar el palo de Barovero.
Luego de un bajón pronunciado en la tensión del encuentro, llegó la expulsión de Arruabarrena a los 30 minutos por doble amarilla. ¿Qué hizo el ex Boca? Impedirle a Cristaldo marchar hacia el mano a mano con Islas. En el tiro libre posterior, el arquero del Matador primero atajó el remate del uruguayo Lima y luego reaccionó a tiempo para ahogarle el gol a Zárate. Desde ese momento, Vélez dejó atrás su timidez y entendió que la única manera de hacer un gol era apuntarle al arco. El premio para esa mejoría de Vélez llegó en el tercer minuto de descuento, cuando Razzotti envió un centro desde la derecha y el inoxidable Zárate conectó de cabeza en el segundo palo. Un desahogo total de la gente local se apoderó de todo el estadio, al mismo tiempo que el rostro de Caruso Lombardi era un reflejo fiel de la furia. No hubo tiempo para más en la gélida noche en el Amalfitani, la noche donde el Fortín recibió un premio quizás exagerado. Pero poco importará ese rendimiento con altibajos si se tiene palpan lo tres puntos en el bolsillo. Pese a que la mente está puesta en el sueño de volver a conquistar América, el equipo de Gareca se regaló una alegría clave para el futuro y cortó su mala racha en el certamen de cabotaje.
Fuente: www.tycsports.com

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