Banfield se recuperó de la eliminación de la Copa con un 2-1 en Victoria. Lo sufrió Tigre, que metió dos tiros en los palos y acumula cinco derrotas consecutivas.
En el juego de las diferencias, hubo un equipo golpeado que supo cómo lastimar, y hubo otro, también golpeado, que se chocó contra el destino (en forma de palo primero y de travesaño después). Banfield se recuperó de la eliminación de la Copa Libertadores frente a Inter de Porto Alegre con un 2-1 que le ayuda para volver a creer. Tigre acumuló su quinta derrota consecutiva y ante esta caída libre que vive el equipo de Ricardo Caruso Lombardi, lo mejor que le puede pasar es que el torneo se termine en la próxima fecha, como sucederá.
Un cruce de Fontanello a James Rodríguez que Tito Ramírez cambió por gol, y un frentazo de Battión que picó adentro pese al esfuerzo de Luis Ardente hicieron la diferencia. Esa que el local no logró cristalizar en el arco de Lucchetti hasta que ya era demasiado tarde, gracias al gol de Brian Rodríguez. Antes, tuvo dos que pudieron ser y no fueron: un remate de Castaño que dio en el poste izquierdo y un bombazo de Botta que reventó el travesaño.
Así, Banfield vuelve a alzar la pera, con la mirada en alto de cara al final de la temporada. Tigre, en tanto, se mira los cordones de los botines, buscando la salida, como puede.
Fuente: www.ole.clarin.com
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