
Y en el Carminatti, cuyo campo de juego sigue tan pequeño o tan grande como antes del receso por las Eliminatorias, se vio poco fútbol. Y muchos tiros libres. El arma elegida por ambos equipos para intentar vulnerar la resistencia. Rival. La más clara fue para Tigre, a los 16, tras un tiro de esquina desde la izquierda de Leone, le quedó a Román Martínez que pifió el remate de volea. Pero le quedó servida a Mariano Echeverría, que se sorprendió y no supo si para el balón o definir de primera. Le rebotó la pelota: pan comido para Tombolini.
El local intentó por la misma vía. Con Franzoia generando peligro inclinado sobre la izquierda. Siempre buscando que le cometieran falta para que Rolle enviara un centro al área para Vizcarrondo, el venezolano que viene de marcar a Messi en el triunfo histórico de la Vinotinto sobre la Selección de Sabella. En Bahía, el primer tiempo lejos quedó de ser digno para atesorar en la memoria, sino más bien para desechar en el olvido.
Fuente: www.clarin.com
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