El Matador, que se encuentra en descenso directo y necesita sumar para escalar, se impuso por 3-1 en Victoria con goles de Diego Castaño- quien terminó expulsado-, Carlos Luna y Matías Escobar. Los sanjuaninos descontaron en el epílogo con un penal de Gastón Caprari.
Tigre dio este lunes un paso más hacia su sueño de levantar el promedio que lo mantiene en zona de descenso directo. Después de la igualdad con Racing del debut, sumó de a tres en el cierre de la segunda fecha con una goleada inapelable por 3-0 sobre San Martín de San Juan en un encuentro disputado en Victoria.
La primera gran emoción llegó en el minuto inicial. Cuando aún nadie había mostrado sus cartas, Ramiro Leone ejecutó un córner que cabeceó Carlos Luna en el corazón del área y Diego Castaño empujó el balón por la izquierda y a la red.
Sin embargo, en lo que siguió el equipo de Rodolfo Arruabarrena se encargó de confirmar el porqué de su ventaja. Con Martín Galmarini, Leone y Diego Morales en buen nivel, siempre estuvo más cerca de desnivelar, aún en los lapsos en los que los de Daniel Garnero dominaron el balón e intentaron amenazar con Federico Poggi y Gastón Caprari.
Morales inquietó dos veces a Luciano Pocrnjic y Leandro Díaz también desperdició su chance, mientras que Caprari y Sebastián Penco, de cabeza, no pudieron concretar las oportunidades sanjuaninas.
El comienzo del complemento fue el mejor momento de la visita, que salió con todo a buscar la igualdad frente a un rival que optó por cerrarse y aguantar. Le sacaron así un tiro a Caprari en la línea, y Penco cabeceó cerca. Pero Tigre no tardó en volver a tomar las riendas, y Pocrnjic debió trabajar en un mano a mano de Luna y en otro intento de Leandro Díaz.
Hasta que, a los 23, le bajaron un tiro libre a Luna y éste, de cabeza, no perdonó desde la derecha. Y a los 30, tras un córner desde la izquierda, el ingresado Matías Escobar también puso la cabeza en el primer palo para definir el pleito. Ni la expulsión de Castaño por doble amarilla a los 36 ni el penal dudoso al extremo de Carlos Casteglione a Caprari que el mismo atacante cambió por el descuento a los 48 pudieron ya torcer la historia.
Tigre se cobró su primera víctima en el certamen y, tal como el año pasado, sigue soñando con cambiar un destino que el promedio se empeñaba en tildar de ineludible. San Martín, sin problemas matemáticos por ahora, encenderá luces de alarma, pero con el colchón que aún le otorga el triunfo en el debut.
Fuente: www.tycsports.com
La primera gran emoción llegó en el minuto inicial. Cuando aún nadie había mostrado sus cartas, Ramiro Leone ejecutó un córner que cabeceó Carlos Luna en el corazón del área y Diego Castaño empujó el balón por la izquierda y a la red.
Sin embargo, en lo que siguió el equipo de Rodolfo Arruabarrena se encargó de confirmar el porqué de su ventaja. Con Martín Galmarini, Leone y Diego Morales en buen nivel, siempre estuvo más cerca de desnivelar, aún en los lapsos en los que los de Daniel Garnero dominaron el balón e intentaron amenazar con Federico Poggi y Gastón Caprari.
Morales inquietó dos veces a Luciano Pocrnjic y Leandro Díaz también desperdició su chance, mientras que Caprari y Sebastián Penco, de cabeza, no pudieron concretar las oportunidades sanjuaninas.
El comienzo del complemento fue el mejor momento de la visita, que salió con todo a buscar la igualdad frente a un rival que optó por cerrarse y aguantar. Le sacaron así un tiro a Caprari en la línea, y Penco cabeceó cerca. Pero Tigre no tardó en volver a tomar las riendas, y Pocrnjic debió trabajar en un mano a mano de Luna y en otro intento de Leandro Díaz.
Hasta que, a los 23, le bajaron un tiro libre a Luna y éste, de cabeza, no perdonó desde la derecha. Y a los 30, tras un córner desde la izquierda, el ingresado Matías Escobar también puso la cabeza en el primer palo para definir el pleito. Ni la expulsión de Castaño por doble amarilla a los 36 ni el penal dudoso al extremo de Carlos Casteglione a Caprari que el mismo atacante cambió por el descuento a los 48 pudieron ya torcer la historia.
Tigre se cobró su primera víctima en el certamen y, tal como el año pasado, sigue soñando con cambiar un destino que el promedio se empeñaba en tildar de ineludible. San Martín, sin problemas matemáticos por ahora, encenderá luces de alarma, pero con el colchón que aún le otorga el triunfo en el debut.
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