POR GUILLERMO TAGLIAFERRI
En Floresta, lo venció por 2-0 con los goles de Zapata y Juan Pablo Rodríguez y tomó aire para seguir escapándole a la Promoción. El equipo de Arruabarrena permanece en descenso directo.
Gritan unos. Muchos, miles, conscientes de lo que vale la victoria. Sufren y lloran otros, esos que saben que la inversión de los tres puntos de ayer hubiesen valido mucho en las acciones por evitar el descenso. Festejó All Boys con el 2 a 0 ante Tigre y cortó así una racha de cinco encuentros sin ganar. Lo padeció el Matador de Victoria, que hilvanó su tercera derrota consecutiva. El partido fue siempre parejo aunque los dos ofrecieron argumentos distintos. All Boys fue el que tuvo más vértigo y mostró una mayor actitud. El fútbol lo dio Torassa, atrevido y escurridizo por los costados, pero pagó la falta de un ladero para elaborar juego más cerca del arco de Javier García. Tigre no salió de su libreto. Apostó en esa primera parte a la pausa de un mediocampo superpoblado con cinco hombres, aunque ninguno ganó sus duelos. Ni Castaño no fue más que Fernando Sánchez ni Román Martínez aportó tanto más que Perea. Y en esa paridad, All Boys sacó la ventaja con una jugada made in Floresta: lateral de Ferrari al área chica en busca de la cabeza de Matos (le ganó en el salto a Castaño), que la peinó al medio del área y Zapata, demasiado solo, cabeceó al gol. No fue casualidad: esa jugada la habían hecho los dirigidos por Romero en el triunfo ante Colón, en la segunda fecha, y había terminado con gol de Ferreyra. En el segundo tiempo, All Boys justificó la ventaja. A su actitud desde la recuperación le sumó su protagonismo con la pelota. Zapata se adueñó del mediocampo: manejó a horario los tiempos de su equipo y a centímetro los espacios a ocupar por sus compañeros. Tigre, obligado por el resultado, empujó recién en los últimos diez minutos. Y ahí sí se olvidó de todo lo bueno que supo construir en el inicio del torneo. Ya sin Morales en cancha (se fue insultando a Arruabarrena), se repitió en pelotazos desde cualquier parte en busca de Luna o Leandro Díaz. Es cierto que All Boys se refugió demasiado cerca de Cambiasso (preciso en cada salida), pero a esa altura de la noche las urgencias eran ajenas. Eran todas de Tigre al que le faltó mucho de todos los argumentos que lo hizo sumar y sumar en esa lucha por no descender. Quizá su falla más grande estuvo en no saber aprovechar ese hombre de más que tuvo respecto de su rival tras la roja a Sánchez. Los últimos minutos fueron intensos. Sin importar cómo, Tigre fue y fue en busca del gol pero nunca estuvo cerca de encontrarlo. Y los de Floresta, con mucho orden, se fueron sintiendo ganadores.
La perla llegó en el cierre, cuando Juan Pablo Rodríguez batalló la última de sus mil excursiones en ataque y antes de enfrentar a García, la picó para el 2 a 0. Para que el festejo se celebre hoy en Floresta pero se proyecte a junio, cuando ese karma llamado permanencia tenga a All Boys con estos tres puntos a su favor. Fuente: www.clarin.com
La perla llegó en el cierre, cuando Juan Pablo Rodríguez batalló la última de sus mil excursiones en ataque y antes de enfrentar a García, la picó para el 2 a 0. Para que el festejo se celebre hoy en Floresta pero se proyecte a junio, cuando ese karma llamado permanencia tenga a All Boys con estos tres puntos a su favor.
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