domingo, 1 de abril de 2012

Tristeza en Victoria

Qué decir... se perdió nuevamente, y fue una derrota por demás inesperada. No creo que ninguno de los miles de hinchas de Tigre que coparon el Coliseo de Victoria se hubieran imaginado semejante desenlace. ¿Por qué? Porque sabíamos que enfrente iba a haber un equipo bueno, pero no invencible, y además sabíamos que de local nos íbamos a hacer fuertes y que los jugadores iban a tener sed de revancha por lo que pasó con Arsenal.
Pero todo se fue al diablo en un santiamén. Dos jugadas iluminadas de Bordagaray bastaron para ahogar en agua HELADA las aspiraciones de Tigre. Es cierto, el equipo no entró lo suficientemente enchufado. También es cierto que el segundo gol fue, además de innecesario, completamente inmerecido. Un golazo de otro tiempo, de otro continente. Un gol que Tigre no mereció recibir. Porque después del primer gol, el equipo como que despertó, empezó a encontrar espacios, se contactó mejor con el balón. Eso sí, cuando en una cadena casi perfecta hay uno o dos eslabones que titubean y que no están bien construidos, se va todo a la basura.
Eso pasó hoy. Rubén Botta, quien tuvo una oportunidad inmejorable de demostrar que está para más, desperdició sus chances. No anduvo bien con la pelota, deambuló por la cancha durante casi todo el encuentro, y lo peor, jamás entendió a qué jugaban sus compañeros. Y el siguiente a destacar negativamente es Román, este Román al que no le salen las cosas, al que de cinco pases le salen dos y al que no se le caen ideas cuando el arbitraje le es adverso. Durante el primer tiempo tuvo una actuación aceptable, pero en el segundo tiempo, y después de la expulsión de Lema, todo pareció nublársele. Tanto, que le quitó el posible gol del empate a Maggiolo, cabeceando por encima del arco rival.
Para resumir el partido:
1er tiempo: Argentinos golpeó dos veces y esperó a un Tigre que intentó poco y que mostró seguridad en Castaño, Echeverría y un ENORME Lucas Orban, la figura indiscutida de la cancha.
2do tiempo: Tigre intentó empatar por todos los medios, pero la pelota no quiso entrar. Así como con Arsenal, con un hombre menos el Matador fue mucho más, logró descontar con el gol del Chino Luna (de muy buen partido), pero no logró alcanzar el tan deseado empate. ¿Por qué? Porque el fútbol es así.
Últimamente el fútbol premia al que no propone, y le da vida y puntos al equipo que no quiere jugar.
Tengo que destacar la impresionante entrega de jugadores como Orban, Echeverría, Lema (que se fue expulsado por cometer una falta igual a otras tantas que hicieron jugadores de Argentinos), Castaño (que anduvo muy pero muy bien), Cachete Morales (mejor que en otros partidos), el Chino Luna (intratable como siempre), Carrasquito (que otra vez entró con la responsabilidad de cambiar las cosas y lo hizo más que bien), y el admirable, impresionante, PURO HUEVO AL %100 que es el SEÑOR Martín Galmarini. Increíble lo del patito, no puedo decir más que eso.
Creo que a este Tigre le hace falta un movimiento fuerte de timón por parte del Vasco Arruabarrena. Y por más que a muchos nos duela, quizás Román deba descansar un poco y sentir lo que es ver los partidos desde el banco. Quizás es lo que necesita para volver a ser el que todos sabemos que es. Admiro mucho y aprecio a Román Martínez, pero no está jugando nada bien, y en cuanto el cansancio se le acumula un poco, se apaga del todo.
Se corrió, se puso huevo, se entregó todo, pero nos quedamos sin nada. A seguir alentando, que lo de la hinchada fue espectacular.
Vamos, Matador, ¡a levantarse como nunca!
Alejandro Graue / TMC

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