sábado, 30 de junio de 2012

Milagro, casi apoteosis

                              Tigre consiguió el milagro de permanecer en la Primera División del Fútbol Argentino salvándose la última fecha de todo, descenso-promoción. Y fue tan grandiosa la campaña del equipo que estuvo a un tris de ser por primera vez Campeón del Fútbol Argentino. Fue tan dramática la definición, siete partidos al unísono fueron televisados, que un gol de Tigre lo ponía en de cara al Título pero uno de su rival lo hacía jugar Promoción. Locuras de este fútbol nacional, pero esto es harina de otro costal. 

                                Lo cierto es que el Matador arrastraba desde hace tres años la condena de los ocho puntos hechos por el elenco de Cagna. Normalmente y lo dijimos infinidad de veces, eso es el certificado de defunción para volverse al Nacional B. Por suerte y gracias al trabajo dirigencial, al trabajo de Caruso primero y Arruabarrena después y al esfuerzo de los tres planteles de estas temporadas, sobre todo la última, el conjunto de Victoria logró revertir aquélla situación por ocho centésimas respecto a San Martín de San Juan. Loas a este conjunto de muchachos y cuerpo técnico, a los cuáles daban por muertos al comienzo de la temporada, que con mucho sacrficio fueron escalando y escalando hasta salir del pozo y superar a varios equipos. Y casi casi se da la frutilla del postre. Desde ya y como todo el mundo dice Tigre consiguió esto jugando un fútbol distinguido. Gente, hinchas, periodistas, y todo el mundo del fútbol reconoce esto. Un mérito enorme. Supieron sobreponerse a infinidad de obstáculos para arribar al objetivo.

                      Ahora restan un par de reflexiones para hacer. Primero nuca más una campaña como la de Cagna. Sí ello volviera a suceder, perder ocho partidos seguidos, hay que darle la mano al entrenador y decirle con decisión y firmeza: hasta aquí llegamos. Luego no debemos ser ingratos y desmemoriados. Dolió escuchar a muchos hinchas la dedicatoria para Caruso Lombardi. En la vida hay que ser agradecidos y no tener amnesia. Caruso rescató a Tigre cuando se iba a la C y estaba a punto de desaparecer. El fue quién dijo vengo a levantar a este monstruo. El fue quién ascendió al Bacional en la mejor campaña de un equipo de AFA en Torneos oficiales. El dejó las bases para que luego se ascendiera a Primera y luego se consiguiran dos subcampeonatos. El en su segunda etapa dejó un plantel para que consiguiera lo que se acaba de lograr. O nos olvidamos que Martinez, Castaño, Straqualursi, Echeverría, Luna, Morales, Casteglione, etc, los trajo él.  Por otra parte sería interesante que este plantel no se desarme, va a ser difícil pero sería bueno que ocurra para no cometer viejos errores. Sabemos que sigue el Vasco y esto está bien, la continuidad es positiva y marca rumbos. Ahora bien, Tigre debe seguir creciendo, debe ahora ir por algún Campeonato de ser pocible depojado del fantasma del descenso, debe tratar de pasar alguna fase de la Sudamericana e intentar entrar y no defraudar en la Libertadores. Desde ya que apuntalar a las inferiores está bien, pero de a poco. Esta etapa es larga y no hay que desesperar con ella. Hay que mechar chicos pero no hacerlo compulsivamente. Poner once chicos de una en la Primera sería que marlos y perder jerarquía deportiva. Sí se fueran inevitablemente algunos de los buenos valores habría que reemplazarlos por otros similares. No hay que equivocarse acá, que el ejemplo Banfield cunda. Asimismo el ejemplo Cagna, que cuando quiso renovar la base que le dejó Caruso hizo ocho puntos. Ahora hay otra base que dejó Caruso en su segunda etapa, por eso es que ahora si se va a ver la mano de Arruabarrena en la conformación del nuevo plantel, habida cuenta de la emigración masiva que habría. 

                     Tigre es de Primera y se mantendrá mínimo un par de temporadas más. Ahora sin sobresaltos para la permanencia debe dar el salto de calidad. El salto para ser un club modelo, para pelear todos los Torneos de mitad de tabla para arriba, de hacer que muchísimos profesionales pugnen por venir al club. El salto de promover de a poco chicos y a trabajar a full en inferiores, de incorporar otras actividades a la entidad, de tratar de sumar más simpatizantes a la institución. El salto de intentar pelear de vez en cuando Campeonatos, de ingresar seguido a la Sudamericana y de vez en cuando a la Libertadores. El salto de ser reconocido por otros hinchas, periodistas y jugadores como que Tigre está por trabajo, geografía, historia y actualidad entre los diez clubes principales de la Argentina.
                 El camino es largo, el trabajo será arduo pero el premio es demasiado grande y la gloria está esperando ansiosa.

Glenn Miller

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