Tigre sorprendió a Estudiantes, lo derrotó con claridad por 3 a 1 y confirmó su buen presente. El equipo de Gorosito arrancó abajo prácticamente desde el comienzo, pero le dio vuelta con solidez y contundencia.
Tigre regaló una verdadera lección de fútbol y superó con claridad a un confundido Estudiantes por 3 a 1. Debut soñado para los de Gorosito, que no habían ganado como visitantes en todo el Inicial y que terminaron floreándose. Claridad, solidez y contundencia sus principales argumentos.
El Pincha arrancó mucho más metido. Y en apenas ocho minutos se puso en ventaja tras un hermoso tiro libre de Gelabert. Con criterio del medio para arriba y solidez en su primera línea, el local lentamente justificó ese triunfo parcial al extremo tal de comenzar a merecer el segundo. No obstante, la falta de contundencia le jugó una mala pasada. Y el Matador despertó. En realidad, Estudiantes le permitió que despertara. Un centro aislado, una mala salida de Silva y una excelente definición de Botta permitieron el 1 a 1, a los 27’. Allí el partido dio un vuelco. Los de Victoria se agrandaron, arrinconaron a su rival y finalmente, llegaron al segundo tras un cabezazo violento y perfecto de Donatti a los 45’. No se podía hablar de injusticias.
Tras el descanso, Tigre profundizó sus buenas intenciones y directamente pasó por arriba a los platenses. Tuvo opciones concretas para marcar el tercero (palo de Leguizamón y penal fallado por Díaz) e infinidad de contras desperdiciadas. Estudiantes nunca reaccionó y terminó entregado. Peñalba, a los 31’, desde afuera y ante otra floja reacción de Silva, sentenció la historia. Una historia que estaba sentenciada mucho tiempo antes.
Fuente: www.ole.com.ar
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