Unión derrotó este viernes por 2-1 a Tigre en Victoria y consolida la mejoría de su presente futbolístico, que ya padeció el mismo Boca en la Bombonera, para profundizar sus aspiraciones de eludir la pérdida de la categoría, algo que a principios de año sonaba a utopía.
En el período inicial empezó mejor el local, que inquietó y le dio trabajo a Alejandro Limia con dos intentos de su figura Rubén Botta. Pero sobre el final del período se despertó el santafesino, que en su primera llegada golpeó a fondo. Corría el minuto 41 cuando Javier Malagueño pretendió salir del fondo por la derecha e intentó un cambio de frente defectuoso para Mariano Echeverría que fue bien capturado por Andrés Franzoia: éste eludió a Javier García y definió bajo y a la red.
Después, García debió esforzarse ante un cabezazo de Pablo Magnín. Ya en el comlpemento, Limia le ahogó un grito a Matías Pérez García, pero a los siete una contra desembocaría en el segundo visitante. Damián Lizio enfrentó a García en soledad, el arquero atajó con la mano fuera del área, Franzoia encontró el rebote y definió desde lejos a un arco vacío. El guardameta local la sacó barata: sólo recibió la amarilla.
No obstante, poco después, Emanuel Brítez tomó en el área a Federico Santander y a los 13 Pérez García ejecutó el penal a la derecha de Limia para ponerle suspenso al marcador.
En el plan de trámite vibrante, hubo después chances para ambos lados, como cuando Limia se interpuso entre el gol y Pérez García y el arquero García hizo lo propio ante una irrupción de Brítez.
Pero Unión supo hacer pasar los minutos sin más sobresaltos y desembocó en un festejo alocado y merecido: su levantada en el certamen le renovó la ilusión de salvarse del descenso pese a permanecer, todavía, en el último lugar de los promedios.
Fuente: www.tycsports.com.ar
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