
Tigre cosechó este miércoles en Liniers, en el partido pendiente de la undécima fecha del Torneo Final postergado por la pelea de Maravilla Martínez, una buena victoria por 2-1 sobre un Vélez que no logra levantar cabeza en el plano local.
El primer tiempo fue entretenido. Jonathan Copete, una de las cartas de la ofensiva local a la que se vio más enchufada, cabeceó primero muy cerca del poste, pero a los seis minutos el juvenil Kevin Itabel recibió recostado por la izquierda y, desde las puertas del área, sorprendió a Sebastián Sosa con un tiro con pique al primer palo.
El tanto sorpresivo desordenó el trámite, hasta que Martín Galmarini cometió un penal ingenuo frente a Federico Insúa (le manoteó la cara cuando entraba por la izquierda al área) y el mismo Pocho lo ejecutó fuerte, alto y a la izquierda de Javier García para la igualdad.
Más tarde, Sebastián Rusculleda ejecutó un tiro libre al palo y Federico Santander cabeceó cerca. Por último, García anticipó a Copete tras una buena jugada colectiva.
En el complemento, Lucas Pratto empezó con un disparo alto, pero a los cinco, en una contra, Lucas Orban asistió hacia la izquierda a Leandro Leguizamón, que atropelló a Franco Razzotti, Fabián Cubero y Juan Sabia para definir a la izquierda de Sosa.
El anfitrión intentó reaccionar con otro intento de Pratto, y más tarde llegó la increíble jugada del centro de Emiliano Papa y el gol que Copete se perdió abajo del arco (ver aparte). A los 32, Diego Ferreira se ganó la roja directa por una falta sobre el colombiano, pero la superioridad numérica no le aportó nada al local. Como consuelo, Facundo Ferreyra y Lucas Romero ingresaron y sumaron minutos tras sus ausencias por lesiones.
En el cierre, Sosa debió intervenir para anticipar a Orban. Tigre se llevó así tres puntos con solidez y contundencia y Vélez se mantiene ciclotímico entre su versión copera y de cabotaje, donde acumula ya ocho partidos sin alegrías.
Fuente: www.tycsports.com
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