Lucas Guerrero - lguerrero@ole.com.ar
Quilmes fue ofensivo en Victoria, le ganó 1-0 a Tigre y, además de seguir engrosando su promedio, quedó a dos puntos del líder Newell’s. El Matador fue al frente y preocupó con Araujo, pero no aprovechó sus chances y fue flojo atrás.
En el fútbol hay estilos, hay técnicos con su libreto, hay recetas y fórmulas para buscar la victoria. Quilmes elige la que, habitualmente, le da gusto al espectador. Y así, yendo al ataque y con buen pie en el mediocampo, sumó tres puntos importantes: le ganó 1-0 a Tigre en Victoria, engrosando su promedio y quedando a dos unidades de Newell’s, el puntero del torneo Inicial.
La idea de Nelson Vivas fue la de pararse en campo de rival de entrada. Con eje en Caneo y Benítez, los de mejor pie, Quilmes explotó las bandas con Telechea y Zacarías. Ojo, también dejó huecos atrás: Sand falló una chance clave cuando el partido estaba 0-0. El Cervecero, a pesar de merecerlo, recién pudo quebrar el arco rival con una carambola: un gol en contra de Paparatto al cierre del primer tiempo, le dio la ventaja.
En la segunda parte, Quilmes continuó con su idea de tenencia y toque de pelota, con el desborde constante de Telechea por derecha. Con un Boghossian voluntarioso pero con la pólvora mojada, le faltó efectividad para cerrar el partido antes. Y sí, también en el ST sufrió atrás: Sergio Araujo fue la bandera ofensiva de un Tigre al que se le fueron cerrando los caminos con el nerviosismo.
El Matador, pese al ímpetu, evidenció en la caída una floja defensa y falta de recursos en delantera: muy flojo nuevamente lo de Sand y poco acompañamiento del mediocampo. La gente, impaciente, hizo notar su inconformismo. En cambio, Quilmes sumó tres puntos clave a pesar de las falencias en la retaguardia. La junta de jugadores con buen pie y vocación ofensiva le dio resultado al Cervecero
Fuente: www.ole.com.ar
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