lunes, 31 de marzo de 2014

San Lorenzo rescató un empate en Victoria

POR JAVIER QUINTELA

En tiempo de descuento, Emmanuel Más cabeceó cruzado y marcó el 2-2 con Tigre, que se lo había dado vuelta en el segundo tiempo.

Así como el jueves San Lorenzo sufrió un empate sobre la hora, ayer se salvó sobre el final de una caída que hubiera abierto aún más las heridas ocasionadas en Quito cuando enfrentó a Independiente del Valle, por la Copa Libertadores. El Ciclón empezó ganando en Victoria, pero otra vez le dieron vuelta el marcador y en tiempo de descuento apareció Emmanuel Mas -el que cometió el penal en Quito- para darle un empate celebrado a medias por el equipo de Edgardo Bauza ante un Tigre que venía golpeado y mostró un cambio de actitud, pero que se fue con un sabor amargo.
Con respecto a los once futbolistas que salieron a jugar en los 2800 metros de la altura de Quito, San Lorenzo cambió sólo a tres (ingresaron Gonzalo Prósperi, Néstor Ortigoza y Walter Kannemann), por lo que la base para jugar contra Tigre fue la misma. Entonces, la incógnita era saber cómo iba a responder el equipo luego del desgaste y de la desazón que generó el empate postrero en Ecuador. Y San lorenzo arrancó bien. Empezó a controlar rápido la pelota y a ser protagonista del juego. A los cinco minutos Correa puso en ventaja al Ciclón con un remate desde afuera del área, que venció las manos endebles de Javier García. A partir de ahí, se le planteó un desafío. Tratar de cerrar el partido y no sufrir como le pasó no sólo en Ecuador, sino también contra Godoy Cruz y Gimnasia, en el ámbito doméstico. Sin embargo, no lo logró. No le alcanzó el buen trabajo de los mediocampistas, sobre todo de Ortigoza y Mercier, esa dupla confiable, que garantizó corte en el Pichi y buen toque en Jonny. A eso se le sumó la buena distribución de Romagnoli. Pero San Lorenzo no supo ni aguantarlo, ni liquidarlo. No aprovechó la debilidad y las emergencias de su rival.
Tigre es un equipo que no está atravesando un buen momento. Tiene la valla menos vencida (cinco goles en 10 fechas), pero a la vez es el equipo que menos goles hizo (sólo cuatro). Y el local fue a buscar con lo que tenía a mano. Y en esa búsqueda, el estandarte fue -como en todos los partidos de Tigre- Pérez García. Fue el único que complicó a San Lorenzo con su movilidad, sus gambetas y su pegada. Su gol, un caso testigo. Puso la pelota junto al palo derecho, lejos del alcance de Torrico. Se potenció con el ingreso de Wilchez -el mejor socio que podía tener ya que Araujo y Leone no lo supieron ser- y el juego de Tigre creció. Alegre acertó no sólo con el ingreso de Wilchez. También con el de Nahuelpán, quien fue una molestia para los defensores de San Lorenzo y empujó la pelota para el segundo gol local. Pero tampoco logró cerrar el encuentro y San Lorenzo alcanzó una igualdad que sólo fue un maquillaje. Es que las heridas del equipo de Bauza siguen abiertas. Y con el nivel exhibido ayer, díficilmente pueda pelear el campeonato y alcanzar los octavos de final de la Copa Libertadores.
Fuente: www.clarin.com

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