sábado, 13 de septiembre de 2014

Estreno soñado

 Con el debut de Gustavo Alfaro como entrenador de Tigre, el Matador goleó 4 a 1 a Central en el José Dellagiovana. Abrió la cuenta la visita a través de Valencia pero el local lo dio vuelta con goles de Luna, por duplicado, Rincón y Bertoglio.

 No era un partido más, era el partido con el que se comenzaba una nueva etapa, una nueva era, la era Alfaro. Atrás quedó el irregular ciclo Alegre y empezaba otra historia con aires renovados e ilusiones por ver un mejor Tigre.

 Pero la historia no arrancó de la mejor manera ya que en un primer tiempo muy parejo, Central encontró la ventaja con una gran definición del colombiano Valencia, luego de un desborde por el sector derecho y un preciso centro atrás que el cafetero pudo empujar. Parecía que nada había cambiado, otro técnico pero los mismos problemas dentro de la cancha.

Los minutos corrían y Tigre se fue acomodando al partido y comenzó a manejar los hilos del mismo. Fue cuando Rincón pudo entrar con profundidad al área de Caranta para ser derribado por el defensor canalla. Penal para Tigre, para que Luna pusiera el empate transitorio con una buena pegada desde los doce pasos. Definitivamente, el Matador se soltó y acorraló a Central en su arco. Faltaban pocos minutos para que finalice la etapa inicial cuando Wilchez cobró una falta de manera exquisita. La pelota se elevó a la perfección y nuevamente Luna conectó de cabeza-hombro para poner a los de Victoria en ventaja por 2 a 1.

 El público pedía la reacción de sus jugadores y finalmente llegó. Al descanso en ventaja y con la tranquilidad de haber jugado mejor.

El complemento empezó con susto para los dirigidos por Alfaro, Becker estrelló un tiro libre en el ángulo de García y minutos después el arquero le ahogó el grito de gol a Acuña. Pasó el sofocón y Tigre volvió a manejar la pelota y a jugar con la desesperación de Rosario Central.

 En una pelota larga, el colombiano Rincón, que debutó como titular, aprovechó las dudas entre los defensores y Caranta y robó la pelota para tener que empujarla sin oposición hacia el fondo de la red. Grito de desahogo para el moreno, que se quitó la camiseta y recibió la amarilla de Baliño. También grito y desahogo para los hinchas que entendían que el partido no se les podía escapar. Victoria era una fiesta, que se trasladaba al terreno de juego donde Tigre por momentos bailó a los rosarinos que miraban como la pelota pasaba de un lugar al otro. Para decorar el resultado, Bertoglio encaró al arquero con facilidad y definió cruzado para poner el 4 a 1 final.

Terminaron los noventa minutos y se desató la locura, en las tribunas y en la cancha. Abrazos y más abrazos, se logró un triunfo importantísimo para empezar con el pie derecho una nueva etapa. La etapa Alfaro.


Por Daniel Rojas

@rojasdaniel92

Tigre Minuto Cero   

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