Tigre y Newell's empataron en un partidazo en Victoria

El local ganaba por tres goles pero los rosarinos igualaron.

Tigre y Newell's, a puro gol en Victoria. Foto: Marcelo Carrol

En el cruce exacto de virtudes y defectos, ambos se unieron para terminar redondeando un partidazo. Necesitados de victorias que alivien sus realidades, el empate 3-3 le terminó dando lo que cada uno lo merecía, aunque el reparto final le haya caído mejor al visitante, que en un tramo del primer tiempo perdía 3-0. Su recuperación en la segunda etapa, en la que de igual modo pudo ganarlo o perderlo, hizo crecer las emociones.

Es imposible justificar un gol a los 5 minutos, pero la maniobra individual de Lucas Janson, con gambeta entre Escobar y Domíngez y cierre con un derechazo a un ángulo, merecía que su equipo se pusiera en ventaja.

Después, el ex equipo de Mauro Camoranesi que espera a Pedro Troglio, se tiró hacia atrás y aprovechó las ventajas ofrecidas por este Newell´s que no mejora de la mano de Osella. 

El equipo de Victoria agrandó la diferencia con una corrida de contraataque que Janson resolvió cara a cara contra el indefenso Pocrnjic. La velocidad y la movilidad del goleador y de Federico González eran un problema sin solución para una línea de cuatro vulnerable, sobre todo en el territorio de los zagueros centrales Domínguez y Fernández. 

Como si este panorama no alcanzara para ser hostil respecto del conjunto rosarino, le faltaba otro cachetazo: un gol con pelota detenida. Tiro de esquina del Japonés Rodríguez y cabezazo limpito, furibundo e inatajable de Godoy para ponerle al partido un resultado con apariencia de definitivo. 

Solamente Scocco sacó la cara por un equipo vacilante y vencido. Por eso después del descuento de Mancini -García dio un rebote demasiado largo-, el delantero dispuso de una oportunidad clarísima que le bloqueó el arquero local.

Decidido a cambiar su suerte, el equipo de Osella dispuso sus fuerzas en ataque, aunque se expuso a los contraataques que pudieron terminar con su ilusión.

Al juego le estaba faltando un segmento de máxima emoción y eso se dio en un minuto. Zurdazo cruzado de Insúa y 2-3. Al toque, pelota que cruza el área, Formica la pone al centro y Scocco, el mejor jugador de la noche, que clava el empate con un cabezazo conectado donde viven los goleadores. 

A partir del 3-3 fue un verdadero duelo a cara descubierta. Scocco y Maxi Rodríguez dispusieron de chances nítidas para poner el encuentro patas para arriba. En el arco de enfrente, Pocrnjic le atajó el penal disparado por Rodríguez que el público local quería gritar como desahogo. Y en la última jugada de la noche, el arquero rosarino ahogó el grito de González.

Tigre, donde debutaron el hijo de Fernando Redondo y Mieres, la esperanza goleadora de Inferiores, tomó el empate como un consuelo. Newell´s, en cambio, lo aceptó con gusto porque en algún tramo se sintió decididamente perdido.

Fuente:  www.clarin.com