Tigre cortó la racha de cuatro empates consecutivos, pero en vez de ser con un triunfo, fue nuevamente con una derrota en condición de visitante por 3 – 0 ante un Atlético de Rafaela que, demostró poco fútbol demostrado durante el encuentro, pero que fue efectivo en el área rival. El equipo dirigido por Rodolfo Arruabarrena todavía no conoció la victoria desde que comenzó el Torneo Inicial 2012, y ya van ocho fechas…
Más allá del resultado abultado, se puede destacar una mejoría futbolística en el conjunto de Victoria, dado que claramente fue amplio dominador de la pelota durante los 90 minutos, solo faltó la precisión con la que contaron los dirigidos por Rubén Forestello. También fue el protagonista en el ataque, ya que tuvo más llegadas al arco rival.
Sin embargo, el portero de la “Crema”, Guillermo Sara, fue la figura de la cancha, atajándo todas las pelotas que recibió en su valla, y además, un penal disparado por Emmanuel Pío. ¿La ejecución? Si le hubiese pegado a colocar, le cuestionarían por qué no lo fusiló, pero en esta ocasión el disparó fue fuerte y seco; la suerte no estuvo de nuestro lado.
El último gol de los locales es un resumen que deja bien en claro, cual fue la clave para que gane Atlético Rafaela el partido. El contrataque y la buena eficacia. A veces con esa combinación tan simple se puede lograr un triunfo no meritorio; ustamente el ejemplo fue el de ayer por la noche.
Hasta los propios jugadores de Rafaela, reconocieron que fue un resultado exagerado y que los ayudó su propio arquero a estar tranquilos en la parte defensiva, algo que al “Matador” le hace falta, en este caso,la seguridad de Javier García.
El plantel tendrá pocos días de descanso y escaso tiempo de reflexión, para poder hacer una síntesis sobre el déficit que está sufriendo este Tigre en relación al campeonato pasado. El próximo martes es una prueba especial que tendrá el plantel, al medirse contra un equipo del exterior por primera vez en la historia.
Por Santiago Santin / TMC