Con el debut de Gustavo Alfaro como
entrenador de Tigre, el Matador goleó 4 a 1 a Central en el José
Dellagiovana. Abrió la cuenta la visita a través de Valencia pero
el local lo dio vuelta con goles de Luna, por duplicado, Rincón y
Bertoglio.
No era un partido más, era el partido
con el que se comenzaba una nueva etapa, una nueva era, la era
Alfaro. Atrás quedó el irregular ciclo Alegre y empezaba otra
historia con aires renovados e ilusiones por ver un mejor Tigre.
Pero la historia no arrancó de la
mejor manera ya que en un primer tiempo muy parejo, Central encontró
la ventaja con una gran definición del colombiano Valencia, luego de
un desborde por el sector derecho y un preciso centro atrás que el
cafetero pudo empujar. Parecía que nada había cambiado, otro
técnico pero los mismos problemas dentro de la cancha.
Los minutos corrían y Tigre se fue
acomodando al partido y comenzó a manejar los hilos del mismo. Fue
cuando Rincón pudo entrar con profundidad al área de Caranta para
ser derribado por el defensor canalla. Penal para Tigre, para que
Luna pusiera el empate transitorio con una buena pegada desde los
doce pasos. Definitivamente, el Matador se soltó y acorraló a
Central en su arco. Faltaban pocos minutos para que finalice la etapa
inicial cuando Wilchez cobró una falta de manera exquisita. La
pelota se elevó a la perfección y nuevamente Luna conectó de
cabeza-hombro para poner a los de Victoria en ventaja por 2 a 1.
El público pedía la reacción de sus
jugadores y finalmente llegó. Al descanso en ventaja y con la
tranquilidad de haber jugado mejor.
El complemento empezó con susto para
los dirigidos por Alfaro, Becker estrelló un tiro libre en el ángulo
de García y minutos después el arquero le ahogó el grito de gol a
Acuña. Pasó el sofocón y Tigre volvió a manejar la pelota y a
jugar con la desesperación de Rosario Central.
En una pelota larga, el colombiano
Rincón, que debutó como titular, aprovechó las dudas entre los
defensores y Caranta y robó la pelota para tener que empujarla sin
oposición hacia el fondo de la red. Grito de desahogo para el
moreno, que se quitó la camiseta y recibió la amarilla de Baliño.
También grito y desahogo para los hinchas que entendían que el
partido no se les podía escapar. Victoria era una fiesta, que se
trasladaba al terreno de juego donde Tigre por momentos bailó a los
rosarinos que miraban como la pelota pasaba de un lugar al otro. Para
decorar el resultado, Bertoglio encaró al arquero con facilidad y
definió cruzado para poner el 4 a 1 final.
Terminaron los noventa minutos y se
desató la locura, en las tribunas y en la cancha. Abrazos y más
abrazos, se logró un triunfo importantísimo para empezar con el pie
derecho una nueva etapa. La etapa Alfaro.
Por Daniel Rojas
@rojasdaniel92
Tigre Minuto Cero