Igualó 1-1 ante Tigre. El equipo de Troglio lo ganaba con un tanto de Diego Sosa, pero los de Mar del Plata, que llevan 15 sin ganar como visitantes, lo empataron con el gol de Antonio Medina.
Después de tres partidos sin convertir, y un global de 324 minutos con la garganta seca (Penco descontando ante Godoy Cruz a los 36 minutos del segundo tiempo, el último antecedente), Aldosivi volvió a embocar en el arco de enfrente. Pero no hubo tiempo para el festejo, sí para el susto y la preocupación. Porque el cabezazo de Antonio Medina, quebrando la sequía goleadora, en vez de abrazos originó incertidumbre. El goleador, que aprovechó una falla defensiva para meter el frentazo goleador, fue impactado por el pie derecho de Paulo Lima -sin intención- en su cabeza y quedó tendido en el piso, adentro del arco, varios segundos. Atendido por los médicos, le colocaron un cuello ortopédico y lo subieron al carrito; siguió camino directo a la ambulancia pero no fue necesario trasladarlo al hospital ya que se recuperó y, aunque mareado, fue caminando hasta el banco.
“Traumatismo craneofacial con cuadro confesional” indicó el reporte médico oficial. Medina, ya lúcido y orientado, regresó en el micro a Mar del Plata junto al plantel.
Antes de este accidentado gol, Tigre había disputado un muy buen primer tiempo y desplegando un amplio dominio. Circulación rápida y cuidada, profundidad y aprovechamiento de los espacios, sus virtudes. El golazo de Diego Sosa -estupendo zurdazo al ángulo- abrió el resultado. Una tapada de Vega al mismo Sosa y centímetros de distancia ante disparos de Fernando González y el Chino Luna evitaron una cifra más generosa.
Aldosivi levantó en el arranque del segundo tiempo y además del empate controló más y mejor el terreno y el balón. Tigre se quedó, aunque luego reaccionó y hasta tuvo otra gran oportunidad: un remate del ingresado Wilchez que pegó en el poste.
Fuente: www.clarin.com