En Victoria, el Bicho le ganó 2-1 al equipo de Arruabarrena, que desperdició la chance de igualar a San Lorenzo en la tabla de los promedios y además, de alcanzar la cima del torneo Clausura; Bordagaray marcó para los de La Paternal; Luna descontó
Bordagaray festeja su gol - FotoBAIRES
El resultado no lo esperaba nadie. Porque si bien Tigre había decrecido en las últimas fechas, en el empate con Estudiantes (1-1) y la derrota con Arsenal (0-1), pensó que anoche podía recuperar el protagonismo perdido. Pero Argentinos lo sorprendió y nada menos que por intermedio de Fabián Bordagaray, un futbolista formado en San Lorenzo, justo uno de los rivales que el conjunto de Victoria tiene en la pelea por el descenso.
El triunfo por 2-0 lo justificó en la primera etapa, sobre todo a partir de pisar mejor en la zona de volantes y de aprovechar cada ataque como si fuera el último. Así fue como en 22 minutos le convirtió dos goles por intermedio de Bordagaray. El primero, con una aceleración por el centro, dejando en el camino a Orban y Castaño, y definiendo a un costado de García; el segundo, con un muy buen remate que se metió en el ángulo derecho.
Tigre no entendía qué estaba sucediendo y entró en el nerviosismo, en las protestas, en el pedido exagerado de faltas. Los reclamos tuvieron nombre y apellido: Román Martínez, Morales, Luna. En ese descontrol, dio la impresión de que cada avance visitante podía terminar en gol, como un zurdazo cruzado de Pablo Hernández tras una habilitación de Bordagaray. Y encima, enfrente, las pocas que pudo generar no contaron con la complicidad del destino. Las más claras las tuvo con dos cabezazos, uno de Leandro Díaz, y otro de Castaño que dio en el travesaño.
Lo de Argentinos fue muy meritorio, teniendo en cuenta que tiene muchos lesionados y que había jugado entresemana por la Copa Argentina, dejando en el camino a Aldosivi.
El conjunto de Victoria extrañó muchísimo a los creadores Román Martínez y Morales, que aparecieron con cuentagotas . Entonces, Luna y Leandro Díaz se vieron obligados a retroceder demasiado para tomar contacto con la pelota. Así, salvo con tiros libres, le costó acercarse al arco de Ojeda.
En el segundo tiempo, Tigre empujó con todas las ganas y Argentinos se replegó demasiado. Los cambios también reflejaron las posturas de unos y otros: en el equipo de Arruabarrena ingresaron Carrasco por Castaño y Maggiolo por Leandro Díaz; en el conjunto de Astrada, Prósperi por el amonestado Laba, y en un momento donde el visitante cortaba con muchas infracciones. Esperó, jugó de contraataque y por esa vía tuvo el tercero con Balsas, pero Javier García ganó en el mano a mano.
Tigre descontó con un jugador menos (fue expulsado Lema) y el cabezazo de Luna le dio esperanza, pero el empuje no fue sinónimo de claridad.
Bordagaray se formó en las inferiores del Ciclón y luego pasó por River antes de llegar a Argentinos. Pero anoche, fue como si se hubiera puesto, aunque fuera por noventa minutos, de vuelta la camiseta de San Lorenzo.
Fuente: www.canchallena.com www.lanacion.com
