lunes, 19 de octubre de 2009

Una mancha más

Tigre ya cuenta siete derrotas en el torneo, pero Cagna prefiere mirar el vaso lleno. "Lo podríamos haber ganado", dijo el técnico, que ya no está en duda.SEBASTIAN GIANINI sgianini@ole.com.ar
Lo mejor que ha logrado Tigre en este torneo es demostrar que la silla puede perder su voltaje. O que a la picadora se le puede terminar la carne, si usted prefiere. El equipo de Victoria perdió ayer su séptimo partido en el torneo (le ganó el primero a Chacarita y había igualado el último ante Huracán), y aun así nadie, nadie, le preguntó a Cagna por una continuidad que los dirigentes siempre certifican. Más todavía: el técnico sacó pecho, dolido pero entero, machacando que Tigre mereció más en este 1-2 ante Boca ."Lo podríamos haber ganado. No hay que olvidarse de que el rival fue Boca, que le llegamos mucho y que no sólo se lo podríamos haber empatado, sino también algo más". ¿Qué le hace una mancha más al Tigre? Desear todavía más una victoria. Eso, nomás.Por supuesto que lo que más repitió Cagna en la improvisada conferencia fue que "hay que ganar, no importa como sea, y más por lo que estamos haciendo", pero antes, durante y después también eligió analizar el match. "Llegamos tanto o más que Boca, y es por eso que me quedo con bronca. Ya perdiendo 2-0, la idea era ir a buscar el empate, no importaba el orden defensivo", recordó el entrenador lo que tanto se había notado: como Gaitán gritó su primer gol a los cuatro minutos del segundo tiempo, Boca tuvo demasiados metros para lastimar. De hecho, el local registró 12 llegadas (incluidos los goles) con claridad, mientras que Tigre se quedó en ocho. Y cinco de esas ocho las gestó después del 2-1 de Luna. La última fue el cabezazo de Arruabarrena, que pasó cerca del primer palo. "Hay que ganar como sea", insistió entonces Cagna, el técnico de los dos subcampeonatos con el Matador. El técnico del que, pese a las siete manchas, ya nadie duda.

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