domingo, 13 de diciembre de 2009

Diego, ya te extrañamos

Es raro pensar en que el Flaco Cagna no estará más en el banco de Tigre. Muy raro. No lo puedo digerir. Me entristece y me emociona. Porque aprendimos a quererlo luego de que -nobleza obliga- lo miráramos de reojo tras su comienzo repleto de empates. Porque nos llevó a lo más alto del fútbol argentino y convirtió a Tigre en la Cenicienta de los torneos cortos (lástima que no pudimos modificar el final del cuento y nuestra carroza también se convirtió en calabaza al llegar la medianoche). ¡Qué cerca estuvimos, Diego! Gracias, gracias y gracias. Porque el Matador jugó divinamente al fútbol y convirtió cada partido en una exhibición. Porque arrodilló a los grandes e incluso silenció la Bombonera. Porque borró del planeta a nuestros históricos rivales del Ascenso. Porque bajo tu mirada, Flaco, Morel jugó a lo crack, Matías Giménez fue una delicia, Castaño encandiló hasta al Virrey de Boca, e Islas nos dejó con la boca abierta una y otra vez con sus estiradas. Gracias por el tiki-tiki de Román Martínez. Por las corridas con rumbo del Patito. Por los goles de Lazzaro y el Chino. Y hasta por meterte en una jaula con un Tigre de verdad para darle vida a una nota de Olé. Fuiste vos, Diego. Tu mano. Tu palabra. Tus charlas con el grupo. Hace rato que dejaste de ser el alumno de Bianchi. Fundaste una escuela, un sello que debe continuar con el entrenador que venga. Vos convertiste al estadio en una familia. ¿O te parece casual que en estos días de malas no hubo ni medio reproche? En la historia grande de Tigre, tu apellido está escrito en mayúscula. Fuiste lo mejor que nos pudo haber pasado. ¡Cómo te vamos a extrañar!
Fuente:JORGELOPEZ/jlopez@ole.com.ar

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