jueves, 10 de diciembre de 2009

Todo Victoria debe homenajear a Cagna

Ya está. No queda nada. Apenas un partido para cerrar el peor semestre de la historia de Tigre (al menos, uno de los más dolorosos). Se viene una cita grande, nada menos que contra River, pero esta vez, -sinceramente- el rival es lo de menos. ¿Cómo? Sí, llegó el día de que todo Victoria se ponga las mejores pilchas para homenajear a Diego Cagna. Quizá sea su último partido en el banco de Tigre y los hinchas no deben dejar pasar la oportunidad de agradecerle toda la gloria, el orgullo, la grandeza y la felicidad que les ofrendó con el ascenso a Primera y los dos inolvidables subcampeonatos. Es que Cagna es un grande de verdad, muchachos. Y hay que decírselo.
Prepará todo. Los papelitos. Las luces. El cartel. La bandera. La remera. La cámara de fotos. Y sobre todo, la garganta y las palmas de tus manos. ¡Gritá fuerte! Dale, entoná el "que de la mano de Diego Cagna, todos la vuelta vamos a dar". Aplaudí con todas tus ganas hasta lastimarte los dedos. Diego se lo merece, como todos los muchachos del plantel que tanto mérito hicieron para entrar en la historia grande del club y que ya tienen las maletas preparadas. Ya sé que este campeonato fue feo, horrible, un espanto. Pero este es el final de un ciclo y hay que tener memoria. Y en una de ésas, en medio de tantas malas, nos hace un guiño el de arriba y Cagna se queda un tiempito más...
¿Banfield? Entre la carita de Falcioni y la de mi colega Carpaneto, se me heló el corazón. ¡Qué susto se dieron, eh! Igual, no hay chances de que el Taladro no salga campeón. ¿O decís que en la Boca ganan?
Banfield ya es campeón, no se cae. ¿No se cae? Mmm, no, para nada...

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