jueves, 4 de marzo de 2010

El Tolo está en el cambio pero suma

Pese a un par de variantes defensivas, el Rojo consiguió su primer gol afuera. Y fue victoria. Y está a uno de la punta.
MARIA LAURA BALONGA mbalonga@ole.com.ar
Gallego ya tiene tema para su próxima sesión con su analista: los cambios que hace. "Hableme de eso, Don Américo", le dirá. La intriga es qué dirá el Tolo. Porque esos dos últimos cambios que hizo, ambos muy defensivos, pusieron en riesgo una victoria que parecía tranquila. Con esas variantes invitó a Tigre a venirse. Un Tigre que estaba a merced de Independiente y que sólo podía esperar una genialidad de Botta para llegar a un empate que sonaba imposible. Porque el partido estaba controlado. Pero de pronto empezaron a llover centros; ninguno muy peligroso, es cierto; aunque cualquier rebote los pudo haber transformado en definitivos. Hablar de lo que pudo haber sucedido no tiene mucho sentido, pero así como muchas veces se le han marcado méritos Gallego, ayer trastabilló feo.
El palo a palo del primer tiempo ya había quedado en el olvido. Fue un tiempo en el que pudo ganar cualquiera. Estuvo más cerca Independiente por el penal de Gandín, pero las masitas se comen, no se festejan. Y estuvo más cerca por un desborde de Fredes que no pudo aprovechar el mismo Gandín. Pero también tuvo el gol Tigre varias veces. Sin embargo, ahí se quedó eso. Porque después del descanso, los dos bajaron los decibeles. Y eso le vino bien a Independiente: pasó de ser un equipo individualista a asociarse un poco más. Si Piatti aprende a hacer lo que hizo en el gol, es decir una gambeta para desequilibrar y después tocarla, será candidato en serio. El ex Gimnasia es decisivo en este estado y asistiendo mucho más. Y si asiste a Silvera, más todavía. Y si usted, hincha rojo, quiere algo más para valorar esa jugada, tenga en cuenta que fue el primer gol de visitante en el torneo.
Probablemente el 3 a 0 con Vélez sigue doliendo y hace que Independiente cometa errores innecesarios justamente por no querer cometerlos. Le pasó en el clásico: cuando dejó crecer a Racing pese a que tenía uno menos. Y anoche repitió la falla: agrandar a un rival que demostraba poco y nada. Los hinchas lo notaron y despidieron al equipo, después del aplauso por la victoria y por quedar a uno de la punta, con que el domingo "cueste lo que cueste" tenemos que ganar. Y eso que el rival del domingo es River...

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