sábado, 17 de abril de 2010

Estudiantes ganó y trepó a lo más alto

El Pincha se impuso por 2-1 a Tigre, en Victoria, y manda en el campeonato, al menos hasta que jueguen Godoy Cruz y Argentinos. Desábato (PT 8m) y Sosa (PT 26m) marcaron para el vencedor, mientras que Rojo (PT 39m), en contra, hizo el tanto del local.
Estudiantes dio ante Tigre, en Victoria, un nuevo paso en su objetivo de pelear el Torneo Clausura hasta las últimas instancias. Venció por 2-1, con ratos de muy buen fútbol y una buena cuota de aguante y sacrificio.
La primera media hora fue una nueva exhibición del equipo de Sabella, como de costumbre, como en la semana ante Racing. Con un mediocampo de muy buen pie, que monopolizó la pelota, no tardó en llevar peligro contra el arco de Islas. A los dos minutos el arquero debió esforzarse para ahogarle el grito a Enzo Pérez, y a los ocho, tras un córner desde la derecha, Leandro Desábato se le escapó a Fontanello y con un cabezazo bajo marcó la primera diferencia.
Aunque iban pocas vueltas de reloj la diferencia era justa. La diferencia Tigre, un equipo que puede ganar, empatar o perder con cualquiera; y Estudiantes, un conjunto aceitado a la perfección y que sueña a dos puntas, con el campeonato local y la Copa Libertadores. Pese a que el Matador pudo empatar con un cabezazo de Choy González que devolvió el travesaño, fue el visitante el que volvió a golpear, esta vez por intermedio de José Sosa, quien desairó a Claudio Pérez y tocó desde el piso contra un palo. Iban 26 y ya había olor a goleada.
Sin embargo, antes del cierre el equipo de Caruso se pudo adelantar unos metros y con el Chino Luna como abanderado complicó Orión. El propio ex Racing remató al travesaño y en el rebote Blanco tiró un centro que Marcos Rojo mandó de cabeza contra su propio arco. Con el 2-1 empezaba otro partido.
El ingreso de Botta por Blanco le dio mayor presencia en tres cuartos a Tigre y el juego se equilibró. El local tenía un poco más la posesión del balón, pero carecía de pimienta adelante, más allá de las ganas de Luna, y casi no inquietó a Orión. El visitante, apostaba a una contra, pero en la primera que tuvo Leandro González sacó un tremendo derechazo que pegó el poste. Después el Pincha no llegó más, pero tampoco le hizo falta: ya tenía el resultado y la punta en el bolsillo.

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