El Xeneize se impuso como visitante por 2-1 con goles de Matías Giménez (PT 24m) y el ingresado Chávez (ST 39m), mientras que Stracqualursi (PT 37m) había empatado. El Bichi, que amagó con renunciar tras la derrota con Lanús, tomó un poco de aire.
Boca superó como visitante a Tigre por 2-1, en el partido que cerró la jornada de domingo de la 10ª fecha del Torneo Apertura. El equipo de Claudio Borghi, quien vio el encuentro desde afuera por la expulsión ante Lanús -dirigió Norberto Batista-, ganó tras dos caídas consecutivas. Después de un arranque parejo llegó la apertura del marcador, a los 24 minutos. La pelota le quedó fuera del área a Matías Giménez, quien sacó un gran zurdazo que se clavó junto al palo izquierdo de un Luis Ardente que vio cómo se le cortaba una valla invicta como local de casi 300 minutos.
El mediocampista no gritó el gol por respeto a su ex club, le pidió perdón a sus hinchas y se besó el escudo xeneize de cara a la tribuna visitante, algo que repitió cuando salió en el complemento y recibió la silbatina del público rival. Había sido la única variante (por el suspendido Clemente Rodríguez).
Sin embargo, los errores en defensa de Boca se volvieron a hacer presente y a los 37 se emparejó la historia. El frentazo letal de Denis Stracqualursi desnudó falencias en la marca que ya se habían vislumbrado un rato antes, cuando Claudio Pérez y Esteban González habían ganado de arriba. En el segundo tiempo las cosas volvieron a mostrarse parejas en el juego, con muchos problemas en la generación y pocas llegadas. Con el correr de los minutos, el Xeneize se adelantó en el terreno de juego y dejó en claro que era el único de los dos con la iniciativa para llevarse los tres puntos.
Ya sin la velocidad de Orlando Gaona Lugo como arma principal, como lo fue en la etapa inicial, el equipo del Bichi intentó como pudo y llegó a la victoria a seis del cierre. De un corner por una gran atajada de Ardente a Juan Insaurralde apareció el bombazo del ingresado Cristian Chávez. En el descuento casi lo liquidó Lucas Viatri, en un mano a mano que el arquero del Matador despejó al tiro de esquina. El final generó un desahogo importante en el Xeneize, que sólo se vio opacado por la preocupación que generó la lesión de Sebastián Battaglia (golpe en el tobillo derecho). La victoria le dio un poco de aire a Borghi, quien amagó con renunciar tras la caída frente a Lanús, a pesar de que Boca siga lejos en la pelea por el título (quedó a 12 puntos de Estudiantes). En Tigre fue todo bronca por esta caída que cortó una racha de seis fechas sin conocer la derrota.
Fuente: http://www.tycsports.com/
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