Tigre ganaba 2-0, cómodo, pero Olimpo llegó al empate con garra y muchos centros. El 2-2 parecía clavado, hasta que Castaño peinó una pelota en el descuento y le dio la victoria después de cuatro partidos.
En Victoria hubo dos Tigres sueltos: uno feroz, dispuesto a comerse todo lo que se le ponía enfrente y otro mansito, débil. Finalmente, cuando parecía que la primera versión no volvería a mostrarse, renació, y el Matador se llevó un triunfazo por 3-2 sobre Olimpo.
Es que el equipo de Caruso arrancó con todo y estuvo muy filoso en los primeros 20 minutos. Stracqualursi abrió la cuenta cuando apenas iban 180 segundos de juego, y Galmarini puso el 2-0 con un potente remate a los 17. Ahí, cualquier apostador hubiese jugado todo a una amplia goleada del local. Sin embargo, el final estuvo muy alejado de esa suposición.
Olimpo, a pesar de sus serias fallas defensivas, cambió su mentalidad y comenzó a animarse en ataque. Así, consiguió el alentador descuento tras un pelotazo frontal que Furch colocó de cabeza cambiándole el palo a Islas. Ya en la segunda parte, el rubio delantero volvió a aparecer en acción y chocando con el arquero, tiró un pase desde el piso para que Bareiro conectara el tan ansiado empate.
Ahí, Tigre entró a desesperar y Trombetta fue víctima de semejante nerviosismo. El defensor le entró muy duro a Salom y vio la roja directa. Sin embargo, con diez, el Matador fue a buscar y, utilizando la pelota parada, su mejor arma, logró el 3-2 final, con un salvador cabezazo de Castaño.
El conjunto de Caruso Lombardi, que terminó discutiendo nuevamente con la platea, suma un triunfo de local que le permite abandonar los puestos del fondo y sumar para el promedio, aprovechando el empate de River. Olimpo tiene mucho que mejorar si sueña con quedarse en Primera.
Fuente: fnogueira@ole.com.ar
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