viernes, 15 de octubre de 2010

San Lorenzo derrotó a Tigre y recuperó la sonrisa ante su gente

El equipo dirigido por Ramón Díaz se impuso por 2-0 en el Nuevo Gasómetro, le puso fin a una racha de tres derrotas consecutivas y quedó a siete puntos del líder Estudiantes. Juan Carlos Menseguez (PT 3m) y Sebastián Balsas (ST 31m) marcaron los tantos para el elenco azulgrana, que mostró mejorías y derrochó varias chances de gol. El discreto Matador sufrió su segundo traspié al hilo.
San Lorenzo le ganó por 2-0 a Tigre en el estadio Pedro Bidegain del Bajo Flores, en el duelo que abrió la undécima fecha del Torneo Apertura, y cortó una racha de tres derrotas al hilo. El elenco dirigido por Ramón Díaz fue superior en base al gran trabajo de Juan Carlos Menseguez y quedó a siete unidades del líder Estudiantes. En tanto, el Matador sufrió su segundo traspié consecutivo, luego de haber perdido el domingo con Boca. El comienzo del partido pareció extraído del mejor sueño de Ramón Díaz. Apenas habían pasado tres minutos cuando Juan Carlos Menseguez conectó de cabeza un centro de Sebastián Luna y cortó una sequía goleadora de tres semanas. El Rayo, un auténtico karma de Tigre, volvió a cumplir con su costumbre de marcarle al elenco de Victoria y le dio serenidad al juego de su equipo. No obstante, la inoportuna lesión de Luna (sufrió un desgarro en el isquiotibial derecho) a los 13 minutos le alteró los planes al Ciclón. Entre la salida del joven y el ingreso de Diego Rivero, pasaron seis minutos que parecieron eternos. Tigre aprovechó que su rival jugaba con uno menos y coqueteó con el empate por la zona descuidada. Primero, Pablo Migliore le ganó un mano a mano a Leonel Altobelli. Y enseguida, Ramiro Leone remató por izquierda y la pelota quedó en la red externa. Con la entrada del Burrito, San Lorenzo se reacomodó y volvió a tomar las riendas del partido en base a su sacrificado trabajo de recuperación de pelota. De la mano de un encendido Menseguez, el Ciclón casi estira la ventaja a los 19. La defensa de Tigre falló ante un pelotazo y el balón le quedó al Rayo, quien eludió a Luis Ardente pero se quedó sin ángulo en su disparo final. Y un minuto después, el punta volvió a avisar con un remate desviado. Si bien no hubo una sofisticada elaboración, el circuito de juego exhibió mayor fluidez que en los últimos duelos. El lunar fue la nula conexión con el uruguayo Sebastián Balsas. A partir de los 40, el Matador esgrimió una leve reacción e inquietó con un par de piques de Martín Galmarini por derecha. El doble cinco compuesto con Diego Castaño y Esteban González logró salir a flote por unos instantes y el visitante se ilusionó con el empate. Sin embargo, nunca apareció la claridad en los últimos metros. San Lorenzo salió ileso de la tenue presión y se relamió con el segundo antes del descanso, cuando Leandro Romagnoli sacó un disparo alto a la carrera. En el prólogo del complemento, el Ciclón arrancó dormido y fue dominado en los primeros cinco minutos por Tigre. En la más clara que generaron los de Victoria, Migliore controló el cabezazo del Teté González. Luego de ese arranque turbulento, San Lorenzo logró reconciliarse con la armonía y edificó una superioridad basada en las conexiones entre Menseguez y Romagnoli. A ese dúo también se acoplaron, con más altibajos, Rivero y Aureliano Torres. A los 16, el Pipi le dio un pase profundo al Rayo, quien encaró a Ardente pero optó por asistir a Balsas en lugar de patear. Cuatro minutos después, Rivero también tuvo una chance concreta para festejar después de una buena jugada personal por derecha. Tigre mostró serias fallas a la hora de cubrir los espacios, una de sus especialidades. Por su parte, San Lorenzo pudo bajarle el ritmo al partido y levantó vuelo en cada intervención de Menseguez, aunque careció de contundencia. En este parejo y competitivo fútbol argentino, es fundamental aprovechar cada momento favorable. Se sabe que nada dura para siempre y todo puede cambiar en segundos de juego. Justo cuando empezaba a perder intensidad, San Lorenzo fue al baúl del Falcon y encontró ese oportunismo que supo relucir en las primeras fechas. Entonces llegó el golpe que le alivió el panorama: Balsas se elevó más que todos a los 31 para conectar un tiro de esquina y puso el 2-0. El charrúa se desahogó con furia en el festejo de su tercer tanto en el campeonato. Luego de un par de semanas agitadas, San Lorenzo encontró el triunfo que necesitaba para dejar atrás el conflicto por el póker y el robo en el vestuario. También volvió a contar con la mejor versión de Menseguez, a quien sólo se le pueden reprochar las chances de gol que derrochó. El Falcon de Ramón logró salir del pozo de barro donde se había atascado, achicó la diferencia con la cupé de Estudiantes y ya piensa en el clásico de la próxima fecha ante Huracán.
Fuente: www.tycsports.com

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