sábado, 13 de noviembre de 2010

Tigre derrotó a Estudiantes y le puso pimienta al Apertura

El Matador apeló a su corazón y superó por 2-1 al único líder, pese a jugar durante casi todo el complemento con uno menos por la roja a Román Martínez. Diego Morales (PT 23m) y Denis Stracqualursi (ST 28m) marcaron para el equipo de Caruso Lombardi, mientras que Leandro Benítez (ST 5m) había empatado transitoriamente. El puntero sufrió su segunda derrota y mañana podría ser alcanzado por Vélez, si los de Liniers le ganan a Lanús.
Tigre se vistió de verdugo al derrotar por 2-1 al líder Estudiantes en Victoria, en uno de los partidos válidos por la fecha 14 del Torneo Apertura, y le dio una gran oportunidad al escolta Vélez. Si el equipo de Liniers mañana logra vencer a Lanús como local, alcanzará en lo más alto al Pincha. En un duelo parejo, el Matador se llevó los tres puntos en base a la notable reacción que tuvo en el complemento, luego de quedar con uno menos por la expulsión de Román Martínez. Desde el pitazo inicial de Diego Abal, el puntero entendió que tenía un partido muy complejo por delante. Para contrarrestar la mayor categoría de su rival, Tigre apostó por un planteo basado en el orden y el sacrificio. En su retorno tras un desgarro, Román Martínez reeditó la gran dupla que hace con Diego Castaño. A Estudiantes le costó hacer pie en el arranque ante el despliegue del Matador y no logró instalar su aceitado circuito de juego. Quizás no le sobre el brillo de antaño, pero Estudiantes ostenta un gran oficio para adaptarse a diferentes tipos de partidos. Y con el correr de los minutos, el elenco de Alejandro Sabella se asentó y empezó a acercarse a Daniel Islas. En la más clara, Leandro Benítez le dio un gran pase a Marcos Rojo, quien picó por izquierda y sacó un disparo que se fue apenas arriba. Justo cuando empezaba a ser atorado, Tigre le hizo culto al oportunismo y golpeó a los 23 minutos por intermedio del habilidoso Diego Morales, quien coronó un buen contragolpe. La ventaja le devolvió la serenidad al conjunto de Victoria, un amante del esfuerzo y la entrega. Sólo Enzo Pérez, por momentos aislados, logró rasguñar esa estructura defensiva impermeable. El trámite del partido se alteró en el segundo periodo, después de que Román Martínez viera la roja al minuto por un pisotón contra el ingresado Gabriel Peñalba. El público local estalló de bronca contra Abal y Caruso Lombardi fue el sinónimo de la locura, una vez más. El técnico protestó hasta el hartazgo y también fue expulsado, aunque desafío al árbitro y no se fue a los vestuarios. Con un hombre de más, Estudiantes encontró mayores facilidades y empató a los 5, cuando Mercado desbordó por derecha y Benítez conectó la pelota con una gran volea de zurda. Estudiantes tuvo allanada la ruta hacia otro triunfo más en su gran campaña, pero algo lo frenó. Una piedra gigante le apareció inesperadamente en el camino: el corazón de Tigre. Con mucho amor propio y de la mano de los exitosos cambios de Caruso Lombardi, el Matador disimuló su hombre de menos y dio pelea.
El ingreso del zurdo Rubén Botta le dio velocidad al ataque, mientras que la entrada de Esteban González aportó solidez. Y a los 28, llegó el premio para el local: Botta encontró a Denis Stracqualursi por la izquierda y el delantero marcó el 2-1 luego de perfilarse con total tranquilidad. Pocos minutos después, Teté González impactó una pelota en el travesaño. Las embestidas del Pincha en el final fueron manotazos de ahogado que Tigre desbarató sin problemas. Y el triunfo se quedó en las manos del equipo que no se rindió ni siquiera cuando ya estaba en la lona. ¿Dejará alguna secuela este golpe en el plantel del Pincha, si mañana pierde la soledad en la cima? Difícil saberlo, pero seguramente habrá que asimilar esta caída inesperada que duele. Por su parte, Tigre disipó los nubarrones que tenía el ciclo de Caruso Lombardi y sumó tres puntos vitales en la pelea por evitar el descenso.
Fuente: www.tycsports.com.ar

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