sábado, 10 de septiembre de 2011

Y se comió al León

A Tigre le salieron todas. Donde puso el ojo, puso el gol. Primero la metió Luna en un tanto de arco a arco, después hizo el segundo de penal (lo expulsaron a Albil) y en una contra llegó el tercero de Martínez. El Pincha descontó, peleó pero no pudo.

No se habían acomodado que tuvieron una jugada cada uno. La diferencia quedó marcada en ese arranque en el que los dos llegaron al arco contrario pero Estudiantes no la pudo meter y Tigre, si. A los cinco minutos se lo perdió la Gata Fernández, quien remató suave pero controló Javier García. De esa jugada, el arquero de Tigre sacó rápido y largo, Luna recibió en la puerta del área y ante la salida de Albil marcó el 1-0 poniendo la pelota por encima de la cabeza del arquero.

Estudiantes se vio obligado a salir a atacar y lo hizo con el buen manejo de Verón y Mariano González pero al ir al frente como una tromba se descuidaba atrás y en una contra veloz (error de Desábato incluido), a Albil no le quedó otra que derribar a Maggiolo cuando éste quedaba solito para marcar. Roja para el arquero. Miguel Russo hizo salir a Mauro Fernández para que ingrese Agustín Silva, quien le atajó el penal a Morales pero el árbitro hizo repetir la jugada por invasión. En el remolino de protestas también fueron amonestados Verón y Desábato. Tras el tumulto, Morales metió el segundo acomodando la pelota pegada al palo derecho. Las caras de asombro se reflejaban en las dos hinchadas, porque Tigre llegó dos veces y convirtió. Pero más grande aún fue la sorpresa cuando a los 24’, los del Vasco Arruabarrena se pusieron 3-0. Morales armó una jugada bárbara por izquierda, dejó en el camino a tres jugadores, cedió para Román Martínez que con el pie derecho bien abierto marcó el tercero. Increíble pero real, cuatro llegadas, tres goles.

En la segunda parte, Tigre salió a ver qué hacía Estudiantes. Y mientras el local hacía poco y nada, en una jugada aislada, Casteglione se hizo un gol en contra al querer despejar un centro rasante que había sido enviado por Juan Domínguez desde la izquierda. Los visitantes retrocedieron dejándole pelota y terreno al local, esperando poder meter una contra. Estudiantes con un jugador menos, de a poco se fue acercando y tuvo una clarísima a los 31’ cuando increíblemente Mauro Boselli se perdió un gol hecho. Con el arquero García en el piso, el goleador ensayó una tijera, le salió al medio y García logró sacarla.

En el último cuarto de hora, ya sin Verón y con Benítez en la cancha, Estudiantes no parecía estar jugando en inferioridad numérica. Con un poco más de orden que en la primera mitad, acorraló a Tigre, que sólo atinó a defender la diferencia lograda en el primer tiempo. Los platenses buscaron más con amor propio que con ideas y chocaron con un equipo que se cerró bien atrás. Tigre se quedó conforme con lo hecho en el primer tiempo y festejó haber sumado nuevamente de a tres. Estudiantes todavía no pudo ganar en el torneo y se hunde cada vez más.

Fuente: www.ole.com.ar

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