domingo, 4 de marzo de 2012

Tigre, un puntero en descenso directo

POR JUAN MANUEL LÓPEZ

Venció por 1-0 a Lanús en Victoria con un gol de penal de Diego Morales. El equipo de Arruabarrena comparte la cima con Boca, aunque permanece en la zona caliente. El Granate sumó su segunda derrota al hilo.
CLASE. Diego Morales define de penal y decreta el triunfo de Tigre. (DyN)

Tigre se mantiene en la cima el torneo, compartida con Boca, pero también continúa en zona de descenso directo. Lanús había cosechado muchos elogios en las primeras dos fechas y había empezado a ponerse ropa de candidato, pero tras dos derrotas consecutivas en el certamen (más otra en la Copa Libertadores) empieza a escuchar reproches. Particularidades de un fútbol bipolar.
El equipo de Rodolfo Arruabarrena está inmerso en este doble sueño. La ilusión por pelear el título y la intención de eludir el descenso. Lanús tras aquel buen arranque pretendía retomar esa imagen favorable. Lo cierto es que anoche ninguno de los dos justificó las expectativas, más allá que los locales hayan sumado más razones para reforzar su doble desafío.
El gol tempranero le sirvió a Tigre para disponer de la tranquilidad necesaria para llevar a cabo su propuesta. El equipo local mostró su intención de superpoblar el mediocampo y a partir de ahí tener la pelota para lastimar y no ser lastimado. Este sistema táctico particular incluía una línea de tres volantes -Galmarini, Castaño y Leone- y adelante muy cerca, Pio y Román Martinez.
Para desarrollar y aplicar ese sistema, vale reiterarlo, ayudó la tranquilidad que le dio el penal convertido por Diego Morales a los 3 minutos. Solamente quedó una duda en la acción que originó el penal: si la falta de Izquierdoz a Morales fue adentro o afuera del área. El derechazo de Cachete fue perfecto, bajo a un palo de un Marchesín que nada pudo hacer.
Lanús también insinuó buenas intenciones, pero le faltaron pies apropiados para ejecutarlas. Tanto le costó elaborar peligro que recién tuvo su primera situación neta en ofensiva a los 37 minutos, con un frentazo de Paolo Goltz, que salió desviado.
Tigre fue superior, le faltó desequilibrio en los metros finales para estirar y justificar más la diferencia en el resultado. Más allá de la evidente voluntad de Carlos Luna, no fueron demasiadas las situaciones claras.
Ya en el segundo tiempo, Tigre reforzó el sistema defensivo con la intención de aferrarse a la diferencia que le aportaría tres valiosos puntos. La postura fue cederle la pelota a Lanús y pensar en la chance de contraatacar si se presentaban los espacios. Lanús no supo aprovecharlo, continuó tan inoperante en ofensiva. Tanto que nuevamente, como en el primer tiempo, dispuso solamente de una situación clara. Otra vez con un cabezazo, de Pavone que obligó a una espectacular respuesta de Javier García.
Tigre dispuso de una oportunidad favorable, en una destacada maniobra de Morales, que concluyó con el remate desviado. Así fue transcurriendo un aburrido segundo período entre un equipo que había decidido no arriesgar y otro que no le encontraba la vuelta.
Tras la expulsión de Camoranesi (planchazo a Gastón Díaz), Tigre cuidó más la pelota, la hizo circular hacia los costados y utilizó esos minutos finales para enfriar el ímpetu de Lanús. Con el último silbatazo de Saúl Laverni, Tigre soltó su festejo. Aunque sigue en la zona roja del descenso, este presente lo hace ilusionar.

Fuente: www.clarin.com

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