Extraño partido entre el Matador y el Deportivo Merlo por los cuartos de final de la Copa Argentina. En un terreno azotado por las lluvias constantes desde el fin de semana pasado, la pelota no tenía un dueño claro. Pifias, resbalones, pases errados, dentro de un buen marco de público tanto del Charro como de Tigre.
El primer tiempo fue casi todo del equipo de Victoria, controlando las jugadas y generando peligro en el arco de Capogrosso (un ex Tigre). Del otro lado, la defensa matadora cubría bien los espacios y controlaba a los delanteros rivales, con el destacado Leandro Lázzaro (otro ex Tigre), quien era el jugador más peligroso de Merlo. Así y todo, el partido era aburrido, mal jugado debido a la paupérrima situación del campo de juego y a que muchos jugadores no tenían los botines indicados (varios los cambiaron durante el partido y en el entretiempo).
Cuando nada pasaba, Merlo generó su primera chance de peligro, y tras un rechazo de Islas que salió casi hasta el borde del área grande, el mediocampista Friedrich de Merlo remató desde 30 metros y superó al arquero Matador, que volvía desesperado a su vaya. Gol de Merlo, como baldazo de agua fría, y con ciento por ciento de efectividad. A partir de ahí a Tigre se lo vio ansioso, nervioso, resolviendo casi todas las jugadas en ataque con pases entre líneas a los que ningún delantero llegaba. Destacada la labor de Galmarini, el más claro de la cancha en el Matador, y el único que entendió en los primeros 45 minutos que había que probar de afuera. En la delantera, Carraco y Ftacla quedaron algo aislados, y Botta no consiguió hacer valer su juego.
Comenzado el segundo tiempo, Tigre entró dormidísimo, tanto que a los 30 segundos un centro cruzado terminó casi en gol de Lázzaro. Sin embargo, a los pocos minutos, un córner (mal cobrado) terminó en el segundo gol del Charro, tras una peinada de García. Enmudecía la hinchada Matadora, pero Merlo hacía mejor las cosas. Ahí nomás, Friedrich, autor del primer gol, se tiró increíblemente de cabeza sobre Galmarini para ganar una pelota. El Pato, ofuscado, tiró un tacazo que dio apenas en la cabeza del jugador de Merlo, por lo cual el 8 de Tigre debió irse expulsado. Ahí nomás, mientras la transmisión televisiva seguía mostrando cómo atendían al jugador de Merlo, llegó el descuento del Matador, tras un rebote involuntario de la defensa del Charro, que capitalizó Diego Ftacla. Nico Martínez terminó empujándola cuando la pelota ya había entrado. Gol de Ftacla e ilusión para el Matador. Pero nada cambiaría ya. Deportivo Merlo jugó mejor y más inteligentemente que Tigre, que no paró de tirar pelotazos a cualquier parte y de pararse mal en el terreno. Cada vez que venía una pelota aérea, los jugadores de Tigre cabeceaban pero justo a donde no había ni un compañero. Algunos jugadores la tuvieron, como Ftacla o Bordacahar, pero la pelota no quiso entrar. Y bueno, como dije, nada cambió, el partido terminó 2 a 1, Tigre quedó eliminado de la Copa Argentina y Deportivo Merlo es uno de los 4 mejores.
¿Qué decir de este bochornoso partido? Fue realmente una vergüenza el nivel de algunos jugadores, como Escobar, Pío, Lema, jugadores que se supone tienen experiencia para ser estandartes en un equipo de pibes, y que sin embargo fueron una sombra gigantesca a la par de sus compañeros. La entrega del Pato, la habilidad de Botta, el sacrificio de Carrasco, Ftacla y Nicolás Martínez para un Tigre que, tras finalizado el partido, dejó una imagen bastante pálida. Estoy furioso, caliente, triste, porque realmente creí que este equipo podía llegar a semifinales para enfrentar a rivales serios. Tigre se quedó con una ilusión menos, y esperemos que algunos jugadores no estén más en la institución para la próxima temporada.
Alejandro Graue/ TMC
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