jueves, 30 de agosto de 2012

Tigre se metió en octavos


POR MAXIMILIANO URIA

En Victoria, goleó 4-1 a Argentinos y se clasificó a la próxima fase. Su rival saldrá del ganador de la llave entre Deportivo Quito y Aurora de Bolivia.
Gastón Díaz celebra su gol de penal junto a Ftacla y Botta. (Télam

La segunda, para Tigre, fue la vencida. Había jugado este torneo, la Copa Sudamericana, en 2009, pero su periplo por el continente, en realidad, no había traspasado la frontera Argentina: aquella vez lo eliminó San Lorenzo en primera fase. Esta vez, sin embargo, se sacó la espina de clasificarse a la segunda ronda. Los de Victoria terminaron ganando bien y pasaron de ronda merecidamente, aunque quizás con cifras excesivas.
Con la victoria como visitante en el partido de ida (2-1), Tigre salió a jugar con intenciones claras. Rodolfo Arruabarrena planteó un 4-4-2, con las dos líneas bien comprimidas y compactas. La premisa, no de defenderse a rajatabla pero sí de cederle la iniciativa a su rival, quedó demostrada en la pasividad de los laterales, que nunca pasaron al ataque. El local fue por demás práctico: llegó dos veces con peligro al arco rival y convirtió dos goles; primero por intermedio de Diego Ftacla (un delantero que mostró cosas interesantes, sobre todo jugando de espaldas al arco), tras un gran centro a la carrera de Martín Galmarini; luego, por un penal ejecutado con gran precisión por Gastón Díaz. Se vio en los de Victoria un equipo aplomado, sereno y seguro de sus armas.
Aún así, la defensa del equipo del Vasco se mostró dubitativa, evidenciando los mismos problemas que lo aquejan en el torneo local. Argentinos le generó peligro por arriba permanentemente. En el segundo tiempo, la última línea local levantó un poco su nivel, pero aún así pasó sobresaltos.
Argentinos, por su parte, pecó de inexpresivo. Su entrenador, Leonardo Astrada, tuvo la sana intención de ir a buscar el partido desde el arranque y desde el esquema, con tres defensores y tres delanteros. Pero cometió un error conceptual: jugó con dos extremos y no ubicó en el medio un 9 de área. En realidad, la referencia estaba, pero Leonel Núñez (de él se trató) no sintió la posición y, casi permanentemente, salió de entre los centrales para tirarse unos metros más atrás y ser partícipe del armado de juego. Al conseguir desbordar Ciro Rius y Leandro Barrera, entonces, debían tomarse un segundo más para buscar la descarga. Eso le permitía a los defensores y volantes de Tigre acomodarse en el campo y, así, la visita nunca pudo encontrar al anfitrión mal parado. Por eso Argentinos tuvo una sola chance neta, con un remate de Rius que se fue muy cerca del poste izquierdo de Javier García. Y por eso facturó por duplicado el local.
La misma tónica de la primera etapa se vislumbró en la segunda. La presencia de Pablo Hernández hizo más incisivo a Argentinos, que se acercó con el descuento y tuvo dos chances para empatar el partido apenas después. Hubiese sido un golpe de efecto muy grande, ya que lo hubiera dejado a sólo un gol de la clasificación. Sin embargo, ya con el rival jugado en ataque, Tigre lo liquidó con dos corridas de Galmarini de contraataque, una definida por Pío y otra por él mismo. Demasiado, tal vez, pero justo al fin.
Fuente: www.clarin.com

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