miércoles, 8 de mayo de 2013

Tigre se recuperó ante Vélez

Por Guillermo Tagliaferri

Tras perder con Independiente, se impuso en Liniers por 2-1 con goles de Itabel y Leguizamón (Insúa puso el empate parcial, de penal). Completaron el partido pendiente de la 11° fecha.

Los jugadores de Tigre celebran el gol de Itabel; Cubero lo sufre. (Télam)

El laborioso y ordenado Tigre se aprovechó del pobre momento de Vélez en el nivel doméstico, le ganó y lo dejó en una situación impensada al equipo de Ricardo Gareca. Porque Vélez llegó al octavo partido sin triunfos, lapso en el cual hilvanó cuatro derrotas y otros tantos empates.

Lo visto en Liniers durante la primera etapa terminó demostrando que tanto Vélez como Tigre tienen más la cabeza en la Copa Libertadores que en este Torneo Final. Es que los dos tienen, la próxima semana, compromisos de riesgo por el máximo torneo de clubes a nivel sudamericano: Vélez recibirá el miércoles a Newell´s y el Matador visitará al día siguiente a Olimpia.

El local, a pesar de haber puesto en cancha lo mejor que tiene a disposición Ricardo Gareca, no pudo certificar, salvo cuando la pelota pasó por los pies de Insúa, una supuesta superioridad hombre por hombre. Mientras que Tigre, que reservó a titulares de la categoría de Donatti, Castaño, Leone y Pérez García, abrió el marcador rápidamente. Leguizamón bajó una pelota de espaldas al arco e Itabel, de derecha, tuvo su bautismo goleador en Primera.

Antes se lo había perdido Copete, con una cabezazo cruzado cuando García sólo podía mirarla. Hasta que Insúa ganó un rebote, se metió en el área, Galmarini lo desplazó arriba y Pezzotta sancionó penal. Insúa se encargó de la ejecución y fusiló a García para el empate.

Después volvió a aparecer en escena el equipo visitante. Con Itabel en la posición de enganche, el trajinar habitual de Galmarini y la presencia inquietante, arriba, de Leguizamón y el paraguayo Santander. Sosa agrandó su figura manoteando un zurdazo -de tiro libre- de Rusculleda. Enseguida, Santander desperdició una situación clarísima, cuando cabeceó desviado desde una posición muy ventajosa.

Tal cual sucedió en la primera mitad, Tigre encontró la ventaja nuevamente rápido en el complemento. Desde el fondo la trajo Orbán, pero Leguizamón construyó un golazo: gambeteó de afuera hacia adentro, dejó en el camino a Cerro, Cubero y Sabia para clavar un derechazo que hizo inútil el esfuerzo del arquero.

Dispuesto a revertir lo que es una pobre campaña en el actual torneo, Gareca apostó a ganador con los cambios. El retorno de Chucky Ferreyra, la presencia del ordenado Romero y el ingreso de Rescaldani para buscar el empate con tres delanteros no alcanzó porque el visitante se cerró con mucho orden sobre su arco.

En dos minutos dispuso El Fortín de dos situaciones como para cambiar la realidad. Primero, Copete se perdió un chance tan nítida que alguien de la platea la calificó como "la llegada más clara del torneo". Papa se la tiró al segundo palo y el colombiano le erró al arco. Enseguida, Ferreira volteó desde atrás a Insúa y Pezzotta lo expulsó.

A medida que se fue desesperando el local, los de Gorosito, ya con Castaño en cancha, dedicaron sus mejores energías a obstaculizar los ataques rumbo a García. Con sólida defensa y algún que otro contraataque inteligente, Tigre se llevó tres puntos valiosos.

Fuente: www.clarin.com

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