martes, 1 de marzo de 2011

Tigre le mete presión a Independiente y River

Venció a Newell's por 1-0 en Victoria y superó al Millonario en los promedios. Además, alcanzó al Rojo en la pelea por evitar la Promoción. Stracqualursi marcó el único gol del partido.
Por Franco Bevilacqua
Tigre debutó en la red y consiguió el primer triunfo en el torneo a partir de un cambio en la propuesta. El equipo que dirige Rodolfo Arruabarrena dio signos de juego -sobre todo en el primer tiempo- y con eso le alcanzó para vencer a la timidez de un Newell's que no encuentra el rumbo y que se redujo a una aventura aislada para buscar el empate que tan lejos le quedó.
En la decisión de Arruabarrena tal vez esté el secreto de este Tigre con otro vuelo. Un armador, alguien capaz de conducir con la pelota en los pies. El ingreso de Diego Morales ofreció argumentos para un fútbol con contenido. En esa idea de ampliar el menú para Denis Stracqualursi tanto Cachete como el debutante Martín Gómez terminaron siendo condimentos ideales para la comida del goleador. De entrada, un centro de Gómez, una pifia en el cierre de Luciano Vella, el pase preciso de Esteban González y gol de Stracqua. Toda una imagen casi espejo de lo que fue el partido para ambos en la noche de Victoria.
Al equipo que dirige Roberto Sensini le costó demasiado armar jugadas con criterio. Acá, quizás la respuesta a las flaquezas intelectuales tengan relación directa con la disposición de intérpretes en el mediocampo: Franco Dolci, Diego Mateo y Lucas Bernardi, tres volantes centrales para intentar que la pelota llegue con claridad. Una fórmula algo confusa con futbolistas que tiene más pizarrón que tiza en el pie. Entonces, en algún remate de afuera de Mauricio Sperdutti que pegó en el caño de afuera o un centro que cabeceó Mateo, estuvo la voluntad de Newell's. Al margen del tiro en el final de Sperdutti, que pasó apenas por arriba del travesaño. O el tiro de Peratta que Islas sacó al córner.
Sin respuestas, Sensini pateó el tablero y mandó a Martín Tonso a jugar. Pero, claro, el juvenil poco pudo aportar a un equipo que sólo fue esfuerzo. Y que en Sebastián Peratta -además del palo en el remate de Ramiro Leone- tuvo al responsable de no llevarse más goles a Rosario. Sólo uno, pero que a Tigre le dibujó la sonrisa.
Fuente: www.clarin.com

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