Venció a Tigre por 2-1 con un gol de Ferreyra en el último minuto. Cristian García había abierto el marcador para la visita y Morales igualaba para el local. El equipo de Méndez alcanzó los 10 puntos y se subió a lo más alto de la tabla, con Olimpo.
Banfield retornó de Victoria con mucho más que un triunfo. Ahora mira la tabla y se encuentra puntero, junto con Olimpo. Con su arquero como máximo sostén del éxito y goles de delanteros crecidos en la Inferiores, el Taladro es un protagonista inesperado cumplido el primer cuarto del Clausura.
Tarea difícil si las hay resultó explicar los porqué del resultado de la primera etapa. Porque si el empate era demasiado generoso para Banfield, qué decir de lo ocurrido a partir del minuto 24, cuando Cristian García empujo de zurda al gol un centro de Carrusca -su posición sorprendió a un excesivamente confiado Galmarini-, quien devolvió al medio un largo pase de Achucarro.
Es que el equipo del Gallego Méndez no mostró siquiera ni un poco de lo bueno que había mostrado el domingo pasado, cuando superó a Lanús en todos los conceptos del juego. Anoche, al menos en el período inicial, su mayor virtud fue la producción del arquero Bologna, que aguantó el cero en su valla con notables intervenciones.
La presentación del arquero banfileño en el partido fue con una atajada sensacional, desviando un cabezazo de Stracqualursi que la popular local gritó gol. Al rato, una volada de acróbata de Bologna para manotear un balazo de Rodales que buscaba un ángulo. Y antes de la media hora, otra tapada decisiva ante un cabezazo de Echeverría.
Cuesta creer que la idea de juego de Méndez haya sido, como apoyado en una idea rugbística, que sus marcadores de punta, Barraza y Bustamante, tiraran la bola para arriba y a cargar con la jugada siguiente. Ignorados Carrusca y Jonatan Gómez para la elaboración de juego, en la mitad de la cancha mandó el doble cinco compuesto por Román Martínez y Castaño, quienes desde el círculo central impulsaron al equipo hacia adelante.
Los del Sur quisieron repetir la historia en el segundo tiempo pero rápidamente se les esfumó la ventaja. Luego de que García desperdiciara una chance inmejorable para el 2-0 (definió mal por arriba ante el desesperado achique de Islas), cayó el empate. Barraza y Gómez se olvidaron de Cachete Morales, que recibió solitario en el área y con un puntazo elevado superó a un indefenso Bologna.
Cuando el árbitro Díaz expulsó a Bustamante por doble amarilla, Banfield se tiró decidamente hacia atrás. El cambio de Tagliafico (marcador de punta) por el paraguayo Achucarro confirmó que el Taladro estaba más que conforme llevándose un punto de Victoria.
Tigre, por lo contrario, recurrió a Botta y Altobelli para intentar quedarse con todo. Los dirigidos por Arrubarrena perdieron profundidad pero siguieron intentando. Tuvieron una muy clara pero el disparo de Botta rebotó en Dos Santos y se apenas desviado.
Nadie lo esperaba pero Bologna tenía algo más que aportarle al encuentro. Sacó muy largo con un poderoso derechazo -el segundo gol ante Lanús nació también en una habilitáción suya a Quinteros-, la pelota le cayó como desde el cielo a Ferreyra, quien giró ante Galmarini y de zurda transformó el resultado en milagro.
Fuente: www.clarin.com
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