El matador de Victoria superó hoy a un rival muy duro, que no regaló nada y que cerró su área durante casi todo el partido. Y es que este Banfield sabe muy bien de sus falencias y sabe que no tiene que seguir en la senda de la derrota. Por eso, el DT Wensel paró un equipo muy defensivo y apostó a jugar al pelotazo largo. Así se desarrolló el primer tiempo, entre piernas trabadas y juego feo, con pocas llegadas y algo de aburrimiento para las tribunas. Quizás eso haya que resaltar, el fervor de la hinchada del Matador, que no paró de alentar durante todo el partido y que, en el entretiempo, protagonizó un lindo duelo con la hinchada de Banfield.
El equipo de la zona norte mostró algunas pinceladas de su buen juego, aunque no pudo concretar ninguna llegada. De atrás para adelante, el nivel de los futbolistas era correcto. Javier García no tuvo trabajo en los primeros cuarenta y cinco minutos, más que nada dada la excelente labor de la defensa durante todo el encuentro. Lema, Echeverría y Orban (la figura) fueron una pared inquebrantable y están demostrando que se consolidan como la defensa titular. En el medio, el Pato Galmarini estuvo incontrolable, desbordando y mandando centros venenosos al área rival. Román Martínez anduvo algo errático aunque demostrando lo que sabe hacer con la pelota, con pases de primera muy precisos y muestras de su gran calidad técnica. Diego Castaño fue un verdadero Pulpo, y trabó y distribuyó la pelota como el mejor. Gastón Díaz hizo un trabajo correcto, aunque él mismo se encargó de destacar que le costó el regreso a la titularidad. “Me ahogué bastante, hacía mucho que no jugaba 90 minutos”, dijo el volante. Adelante, Cachete anduvo inspirado y el Chino Luna estuvo intratable. Quizás quien no tuvo un buen encuentro fue el delantero Leandro Díaz, que a pesar de su garra, no pudo demostrar que está para más.
El segundo tiempo fue una historia completamente distinta. Fue todo para Tigre. Tigre manejó la pelota a su antojo, atacó por todos los flancos y desplegó un juego preciso y atractivo. Demostró ese nivel que todos sabemos que tiene el equipo. Hubo quizás un sólo error defensivo, que casi nos cuesta estar abajo en el marcador. El Chucky Ferreyra desbordó por izquierda, entró al área, dejó solo a Chávez que remató al arco aunque encontrándose con el siempre atento Javi García. El rebote de esa jugada le quedó al recién ingresado Rodrigo López, y todo hincha tigrense temió lo peor. Pero inexplicablemente, por esas cosas que tiene el fútbol, el delantero de Banfield marró la chance lanzando la pelota por encima del travesaño. Tal parece que la suerte estuvo de nuestro lado esta tarde de domingo.
Y finalmente llegó el primer gol, tras un JUGADÓN iniciado por una corajeada de Diego Castaño en la mitad de cancha, quien distribuyó con Maggiolo. Éste la abrió para Carrasquito, que la abrió para Luna, que le metió un pase genial en profundidad al enano que la fue a buscar, mandó el centro atrás, y nuevamente el Lechuga Maggiolo volvió a mojar para el Matador. Todo era alegría para la parcialidad visitante, en un partido que parecía trabado e inquebrantable, Tigre alcanzaba la ventaja y con ella también la punta del campeonato. Lo poco que quedaba de Banfield se desmoronó, y así llegó el gol del Chino Luna, un gol A PURO HUEVO, tras trabar con dos defensores de Banfield y descolocar a Luccheti con una gran definición. Hasta pudo ser mayor la ventaja, dada una mala salida del arquero local.
Pero al final todo quedó 2 a 0, en un partido que por lo hecho en el segundo tiempo fue claramente para el Matador de Victoria que, con este triunfo, queda sólo en la punta del campeonato, aunque aún comprometido con el descenso.
No importa lo que pase en otras canchas, no importa lo que digan los medios ni lo que el destino quiera demostrar. Hay algo que está clarísimo, ESTE EQUIPO ES DE VERDADEROS HOMBRES QUE NUNCA VAN A BAJAR LOS BRAZOS Y VAN A ENTREGAR TODO POR QUEDARSE EN PRIMERA Y DAR FELICIDAD A LOS HINCHAS DEL MATADOR.
Hoy Tigre me emocionó.